「𝐅𝐥𝐲 𝐚𝐰𝐚𝐲 𝐡𝐨𝐦𝐞 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 × 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭」

7

El viento se alzó justo en el instante en que Anne dio dos pasos en dirección a Marilla con la frente en alto. Se notaban las lágrimas en los ojos mujer, esta cambiaba el rumbo de su mirada conforme la chica se acercaba, su miedo más profundo se había vuelto realidad y sabía que existían personalidades tan fuertes -como era el caso de nuestra amada pelirroja- que no podían ser cambiadas.

-No quiero ir al convento -dijo finalmente.

-¿Por qué? -preguntó Marilla.

-¿Es tan difícil de explicar? -señaló con su mano a Gilbert- Lo amo, quiero casarme, quiero formar una familia, y aunque servir a Dios está bien... Quiero hacer mi propio camino.

Ahí fue donde ambas estallaron en llanto.

-Anne, no quiero que sufras por amor, como yo sufrí en mi juventud.

-No lo voy a hacer -dijo tranquila.

-Quiero que seas feliz -insistió.

Matthew Cuthbert habló por primera vez desde que la conversación había iniciado. Amaba a su pequeña más que a nada en el mundo, por lo que supuso que sería bueno intervenir con palabras cortas y sabias, como siempre había sido su lema. Aunque aquel día fue distinto, porque sacó de su corazón todo lo que tenía guardado hacía tiempo, pero que por miedo no había querido decir.

-Marilla... -empezó el hombre. Se quedó callado un momento, que el chico Blythe estuviera presente lo ponía nervioso, podía ser casi un hijo, pero seguía sin tener un vínculo con él... bueno, por ese momento- Anne no iba a ser feliz si arreglabas su vida. Tú no eres ella, ella no eres tú, su felicidad es muy distinta a la tuya... Ella merece lo mejor después de tanto sufrimiento vivido ¿No lo crees? -miró a su niña, dandose cuenta que ya era una mujercita- Y si quieres presentar los exámenes para la academia como el resto de los chicos, al igual que tener un novio, tienes todo mi permiso, porque recuerda que yo también soy tu padre.

La emoción en los ojos de la chica fue tan grande que se abalanzó sobre el hombre con un río de lágrimas corriendo por su rostro, no dejaba de gritar lo mucho que lo amaba. Marilla miraba la escena en silencio, tenía su mano en su mentón, probablemente pensando en lo que iba a decir. Asintió para ella misma, caminó hasta la chica y pasó la mano húmeda por su cabello rojizo.

-También tienes mi permiso.

-Marilla...

-Te amo, espero que puedas perdonarme por esto que te he hecho. Fui egoísta pensando únicamente en mí cuando quien importaba realmente eras tú, mi pequeña. Tú determinación y carácter te llevarán muy lejos si sabes usarlos de la manera correcta -miró al cielo para que no se notará su expresión de melancolía mezclada con emoción-. Ya mismo le escribiré una carta al señor Camus diciéndole que no irás.

Las mujeres se abrazaron, finalmente la confianza las había inundado y su relación de madre e hija comenzaba a florecer después de un largo camino de espinas. Cuando las cigarras comenzaron a dar su concierto vespertino, Anne y Gilbert fueron dejados a solas.

-Entonces...-comenzó él- ¿Te veré en Queens?

-Irás a Toronto -suspiró con tristeza.

-Está a un viaje de dos horas en tren, te visitaré.

-Prometelo.

-Te lo prometo.

-¿Cómo sé que me estás diciendo la verdad? -cuestionó ella cruzando sus brazos.

-Prometí a mí mismo amarte cada día desde que te conocí, ¿Te he fallado a caso?

-Eres un tonto.

-Tu tonto.

Ella se acercó y le dio un beso. Al separarse, él sonrió devolviéndolo. Los hermanos miraban desde la ventana sabiendo que ambos chicos habían hecho buenas elecciones en sus vidas últimamente, enamorarse del otro, por ejemplo.

------------------FIN----------------

Gracias por leerme, la verdad, me siento querida por ustedes💗
"Hearts & Stars" la siguiente historia será publicada en treinta minutos.
Los ama mucho;
Cassie🌻🌈🍑