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No había nada más que Yue pudiera hacer, solo le quedaba esperar por nuevas noticias.

La desesperación y la ansiedad rodeaban el ambiente de toda la habitación. No había forma en que Yue se sintiera tranquilo con lo que había sucedido momentos antes.

Fue su culpa, solo lo empeoró todo como siempre.

Yue se encontraba hecho bolita en una de las esquinas del cuarto, sus hermanos y su madre habían ido al hospital tan rápido como se enteraron del accidente de Shoto.

"Fue mi culpa" Repitió en silencio.

La pesadez en su pecho dolía de forma casi insoportable al ver con claridad los hechos. Siempre sería su culpa, si almenos lo hubieran dejado descansar en paz nada de ésto hubiera sucedido.

Yue podía imaginar lo que le sucedería cuando la Señora Todoroki regresara a la residencia, sabía muy bien que nada bueno le esperaba. Incluso si era culpado y castigado sin antes saber la realidad de los hechos lo aceptaría.

No debió ser tan cruel con su hermano, directa o indirectamente le dejó una cicatriz para toda su vida.

No recordaba cuando tiempo pasó con exactitud pero en el momento en que los paramédicos vieron a ambos niños inconscientes los llevaron rapidamente al hospital.

Por obvias razones priorizaron la curación del ojo de Shoto al llevarlo a una sala de emergencias, en cuanto a Yue una enfermera se encargó de curarle las pequeñas heridas que tenía en los brazos.

Yue aún podía sentir la gran pesadez en su cabeza, estaba mareado y su vista algo desenfocada pero al escuchar los murmullos de los doctores todo ese cansancio desapareció.

El hospital había informado de la situación a su familia y solo tardarían unos minutos en llegar.

Un nudo en su garganta se formó en ese preciso momento y no dudó en tomar sus cosas y huir a casa.








La oscuridad de la noche rodeó por completo el lugar. Yue aún se encontraba abrazándose a si mismo. Su rostro estaba rojo y las lágrimas que había estado derramando por horas se secaron.

Su cuerpo estaba tenso al escuchar unos sonidos proviniendo de la cocina. Tragó con fuerza mientras su agarre se aferraba al borde de su ropa, ésta vez decidió confiar en aquel sentimiento que le decía que salir de su cuarto era peligroso.

Podía sentir su corazón muy agitado al ver el lento girar de la perilla de la puerta. El miedo invadió todo su cuerpo, sus piernas temblaron al ver aquella silueta de larga cabellera blanca y más al ver aquel rostro deformado por la ira.

Tuvo el amago de huir otra vez pero la mujer lo tomó fuertemente de su brazo herido y lo jaló para sacarlo de la habitación.

"Fue tu culpa..." Rei no podía controlar todo el odio que sentía en ese momento. Su hijo, lo más preciado que tenía, había sido herido deliberadamente por esa escoria. "¡Todo es tu culpa! , ¡Tu lastimaste a mi hijo!"

"¡Yo no hice nada!" Yue gritó desesperado pero eso no era suficiente para calmar la furia de la señora, la cual seguía arrastrándolo a la fuerza hasta llegar a la cocina.

El no hizo nada, pero aún así era su culpa.

"¿Q-que vas a hacer?"

Yue podía ver claramente que junto al lavabo había una tetera de agua hirviendo y sólo podía imaginar lo peor. Sus ojos estaban al borde de las lágrimas y luchó por soltarse del agarre Rei solamente para recibir una dura cachetada en el rostro.

"Lo mismo que le hiciste a mi hijo."

Rei agarró de las muñecas al niño y las colocó firmemente en el lavado, la fuerza ejercida había dejado una marca roja en las manos de Yue, el cual intentaba retroceder y librarse del agarre. Rei procedió a tomar la tetera para vertir lentamente el contenido en las manos del menor, quería hacerlo sentir el mismo dolor o peor que sufrió su hijo.

1 | ELLIPSISM ↬ 心の闇Where stories live. Discover now