1 | ELLIPSISM ↬ 心の闇

08

10 años después ...

Yue se recostó frustrado en su cama mientras trataba de ignorar todo lo que estaba a su alrededor.

Aquel mundo en que vivía, de un momento a otro se había vuelto por completo heterocromático, como si fuera algún alma en pena en el mundo de los vivos.

No recordaba cuantos años habían pasado con exactitud, lo único que sabía era que estaba sólo, estaba condenado a ver el pasar de los años en soledad, sin poder volver a hablar con los que alguna vez amó.

A pesar se estar en su 'casa' era como si a la vez no lo estuviera, todo estaba desierto como un segundo plano donde podías ver las siluetas de la gente pero ellos no podían verte a tí.

Para cualquier persona al principio sería interesante ya que podrías asustar a la gente o vengarte con alguna broma sin que ellos se enteraran pero, con el paso del tiempo sentías que perdía tu propia identidad y tu misma razón para vivir.

Era aterrador, y más lo era convivir y experimentar tus propios miedos en carne propia.

Ni siquiera tratar de ocultarse en su antiguo 'hogar' funcionaba. Podía escuchar perfectamente el sonido de los pasos acercándose y la perilla de la puerta que giraba constantemente como queriendo abrir frenéticamente la puerta.

Para ese momento ya se encontraba en una de las esquinas de la habitación, tenía su rostro enterrado entre sus rodillas mientras intentaba cubrir desesperadamente sus oídos.

Los sonidos volvían al igual que las risas y voces a su alrededor, ya era un punto en que no quería abrir los ojos y ver su realidad, el hecho de que estaba enfermo y no era normal a su parecer.

Ese día siempre sería igual, no importaba cuantos años pasarán, nunca podría olvidar el día en que lo perdió todo .

Al principio sólo era tristeza o dolor pero con cada año que pasaba y los días que corrían hasta llegar a la fecha precisa, ya era algo más.

Era 27 agosto, era esa misma fecha, misma hora, y aunque intentará convencerse de que no había nadie mas que él en la habitación, podía sentir un frío aliento en su nuca y una gélida mano que lo tomaba de las muñecas.

Se preguntó cuando exactamente comenzó eso.

Luego de varios meses todo era normal, el sentimiento de vacío era lo único que lo acompañaba además del dolor y recordamiento no solo de su discapacidad si no de la maldición a la cual estaba atado permanentemente, pero aparte de eso aún podía seguir con su vida.

Cuando se cumplió el año comenzó todo, era la misma hora, el mismo ambiente, el mismo lugar, y el mismo sentimiento de no poder estar más tiempo seguro dentro de esas cuatro paredes y el seguro de la puerta.

Ahí comenzaron las voces ...

Voces que con cada año se intensificaban y no lo dejaban descansar tranquilo, era consiente que con todo lo que había pasado no había necesidad de actuar de esa forma, sintió que era algo más, como si alguien lo observara desde algún lugar hasta el punto de jugar con su mente y la percepción de la realidad que poco a poco perdía.

Sí era algo más ...

La situación era algo irónica desde su punto de vista, antes se había especializado en operar y estudiar el cerebro humano, ahora parecía uno de sus pacientes esquizofrénicos.

Estaba seguro que pronto terminaría perdiendo la poca cordura que le quedaba y sin siquiera saber la razón de todo su tormento.

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