SORPRESA 1/2.

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Nervios.

Ese es el sentimiento que me ha invadido toda esta semana. Y os preguntaréis: "¿por qué has estado sintiendo eso?". Dos cosas; la primera, el combate de Scott. La segunda, mi hermano y sus amigos vienen hoy. Hoy, viernes.

Ambas son cosas buenas. Scott ha mejorado mucho su posicionamiento a la hora de golpear. Y pues mi hermano y sus amigos me han estado llamando todos los días desde que me dijo que iban a venir.

Suena el timbre, lo que significa que no hay más clases hasta el lunes.

Voy metida en mis pensamientos, hasta que alguien me llama.

-¡Andrea! - grita desde lo lejos ¿Madison? ¿Qué querrá ella?

Me paro para averiguar que es lo que quiere. En cuanto llega a mi me mira con cara de asco.

Menuda perra.

-¿Cuanto tiempo, no? - me dice en tono de burla.

-Menos de lo que me hubiese gustado. - espeto molesta, a lo que ella rueda los ojos. - ¿Qué quieres Madison?

-Quiero que te alejes de Scott. - sus ojos arden de rabia.

-¿Eh? Pero si Scott ni siquiera es mi amigo. - le digo confundida.

-Escúchame bien, Andrea. Después del combate de mañana, no quiero que volváis a hablar. - me dice enfadada. Yo solamente rio a carcajadas.

-Tranquila. - digo parando de reír. - El gilipollas de Scott no me interesa. Te lo puedes quedar para ti. - la guiño un ojo y me voy dejándola con la palabra a en la boca.

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Uf, estoy nerviosa.

Estoy esperando a mi hermano y a los tontos de sus amigos en el aeropuerto. Se supone que tendrían que haber bajado hace cinco minutos. Pero por más que mire a todos los lados no los encuentro.

Joder, con lo fácil que es ver a un grupo de chavales descerebraos.

Me asusto cuando noto unas manos en mis ojos. Son unas manos grandes. Toco las manos y noto que hay un anillo. Ya sé quien es. Es mi hermano.

Me giro para encontrármelo en frente mío con una sonrisa de oreja a oreja.

Me lanzo a sus brazos, y el rápidamente me envuelve con ellos.

-Te quiero tato. Te he echado de menos imbecil de mierda. - le digo casi susurrando.

Me separo de él y voy a saludar a todos sus amigos.

Pedimos dos taxis y los acompaño a casa. Que ilusión. Ellos se van a quedar en la casa Reese. En cuanto les dije a los padres de Reese que mi hermano y sus amigos iban a venir, rápidamente ellos ofrecieron habitaciones para que se quedasen en casa.

En cuanto nos dejan en frente de casa miro hacia los chicos. Todos tienen la boca abierta de par en par. Yo también tenía esa expresión la primera vez. Es completamente normal, ya que la casa de Reese es muy grande.

Pero no tanto como la de Scott.

Cállate conciencia, no quiero nada que tenga que ver con ese gilipollas.

Claro que no... Solo por el simple hecho de que lo quieres a él directamente.

Aaghh, estupida.

FIGHT LIKE A GIRLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora