FIGHT LIKE A GIRL

¿VUELTA AL PASADO?

Joder, ¿que hago aquí?

Maldigo el momento en el que Scott y sus amigos (que por cierto, no son de mi instituto) nos dijeron de venir a esta fiesta.

Os explico: el caso, es que esto no es una fiesta normal. Este lugar es donde se hacen las peleas clandestinas ¿Y sabéis quién vino a Chicago para dejar las peleas clandestinas atrás, porque son parte de su pasado oscuro? Exacto, esa persona soy yo. Tengo que admitir que esta mierda se me da muy bien. Donde yo vivo me llaman La Bestia Andrea. Ya os podéis imaginar porque me llaman así...

He ganado muchísimas peleas. También he perdido algunas, pero esas veces han sido escasas...

¿Y sabéis que está pasando ahora mismo? Mis hermanos, Scott, los amigos de Scott, Reese y sus amigos están intentando convencerme para que pelee.

-Venga hermanita, lo tienes chupado. - me mira suplicante. - Vas a ganar, y lo sabes.

-He dicho que no. - le digo seria.

-Joder Andrea. - dice Scott de forma burlona. - Si que te haces de rogar ¿eh? - me guiña un ojo y yo ruedo los ojos.

A ver, no sé qué hacer. Porque yo vine aquí a cambiar. Es que no sé qué hacer. Joder, que difícil es todo. Bueno, mirando el lado bueno, solo es una pelea. Solo es una insignificante pelea, nada más. Igual acepto la propuesta de los chicos.

-¿Y que consigo si gano? - los chicos sonríen por mí pregunta. Ya saben que voy a aceptar la propuesta. Odio que me conozcan tan bien.

-Mucha pasta. - dice Ryan, un amigo de Scott.

-Vale. - me pongo seria. - Acepto la propuesta. - les señaló con el dedo en modo de amenaza. - Pero solo una pelea.

-¡Siiiiiiiiii! - grita una entusiasmada Reese.

-Voy a apuntarte. ¿Cómo quieres que te presenten? - me pregunta Scott.

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Pensé que nunca iba a decir esto, pero estoy nerviosa. Nerviosa por la pelea. En realidad, no sé porque me pongo tan nerviosa si solo es una simple pelea más.

Por lo que me ha dicho Ryan, el amigo de Scott, peleo contra un chaval más o menos de mi edad llamado Drew. Su "mote" profesional es El Lobo. Me han dicho que le llaman así porque siempre va en grupo con sus amigos, y siempre los protege.

-Vale Andrea. Tu tranquila. Vas ha ganar. - me dice Scott.

-Joder Scott. Parece que tú estás más nervioso que yo. - suelto una pequeña carcajada y el me sonríe de forma burlona.

-Venga hermanita, tu puedes. - me dice mi hermano dándome una palmadita en la espalda.

-Joder. Mira que sois pesados eh. - les miro con reproche y ellos bajan la mirada avergonzados.

-¡SEÑORAS Y SEÑORES! ¡HOY TENEMOS CON TODOS NOSOTROS A DOS GRANDES RIVALES! ¡POR UN LADO TENEMOS A EL LOBO! - todo el mundo se pone a gritar y silbar. - ¡Y POR OTRO LADO TENEMOS A LA BESTIA ANDREA! - la gente murmura cosas. Parecen confundidos.

Entramos al "ring" improvisado y todo el mundo se calla. No sé de qué me suena este chico. Me resulta bastante familiar.

El combate empieza. Le lanzo un golpe y lo esquiva. Creo que va a ser más difícil de lo que pensaba.

El me lanza un zurdazo directo a la mandíbula y me da. Esta vez soy yo quien ataca. Le doy un puñetazo en el estómago y se retuerce del dolor, pero eso no dura mucho.

Se pone recto. No le doy mucho tiempo a reaccionar. Le pego en la nariz y da unos pasos hacia atrás. El se abalanza sobre mí y me empieza a pegar. Yo me cubro. La gente me grita que me mueva, pero yo sé lo que tengo que hacer.

En cuanto está un poco cansado de tanto pegarme, le ataco. Le pego otro puñetazo en la mandíbula y da unos pasos hacia atrás. En cuanto está un poco aturdido por el golpe, salto y le pego un derechazo. Cae al suelo desplomado, lo que significa que he ganado.

Levanto los puños en modo de celebración. Todo el mundo silba y aplaude.

-¡Y LA GANADORA ES LA BESTIA ANDREA! ¡SI JODER! - grita "el presentador".

Salgo del "ring" y me dirijo hacia mis amigos. En cuanto llego todos me dan palmaditas en la espalda y me felicitan.

-Esa es mi hermanita joder. - me dice mi hermano pasando su brazo por mis hombros.

-Cállate ya tato. - ruedo los ojos. - No es para tanto. - digo restándole importancia.

-¿Cómo que no es para tanto? - pregunta Ryan. - Ha sido la hostia. Ya me caes bien. - sonríe de forma ladina.

-Yo soy más fuerte. - bromea Scott poniendo los brazos fuertes.

-Aja, lo que tú digas. - le digo rozando los ojos.

-¡Brindemos por la victoria de La Bestia Andrea! - dice Iñigo. Sonrío nostálgica. - ¡La Bestia ha vuelto! - en cuanto dice eso mi mandíbula se desencaja. Algo dentro de mi dice que corra, que huya de allí. La Bestia no ha vuelto. Yo no he vuelto. Solo es un puta pelea.

-Ey Andrea. ¿Estás bien? - me pregunta un amigo de Reese sacándome de mis pensamientos.

-E...Si. - sacudo la cabeza confundida. - Si, estoy bien. - digo más seria. No os equivoquéis, por dentro me estoy muriendo. Lo peor de todo que después de lo ha dicho Iñigo no le he respondido nada. He dejado que piensen que La Bestia ha vuelto. No, no, no, y no.

Todos están bebiendo. Genial, ahora tendré que ser yo la que conduzca.

Alzo la mirada por inercia y me topo con unos ojos azules. El me mira mal. Tiene el ceño fruncido. Creo que se ha enfadado conmigo.

-Ey, Pablo. ¿Estás enfadado conmigo o algo? - le pregunto confusa.

-No sé. Tu sabrás. - espeta con rabia. - O si no, se lo puedes preguntar a tu puto novio Scott. - dice con veneno en sus palabras.

-¿Novio? ¿Desde cuando he tenido yo novio? - le pregunto rodando los ojos.

-Ya, eso me pregunto yo. Tu siempre has dicho que cuando tengas un novio será porque estás enamorada de él. - aprieta los puños. - Y dime, ¿estás enamorada de él?

-¿Pero tu eres tonto tío? - espeto enfadada. - Scott y yo no tenemos nada. Es más, nos odiamos.

-Claro. - dice con sarcasmo.

-La única relación que tenemos Scott y yo es profesional. - me mira confundido. - Soy su entrenadora, imbecil de mierda. - le miro muy enfadada. Dios, tengas ganas de pegar a algo.

-A... Lo-Lo siento. - dice agachando la cabeza avergonzado.

-No. Lo siento, ni pollas. - le espeto con odio. El me mira con arrepentimiento.

-Scott. - me giro para mirarle, pero veo que todos los del grupo nos están mirando. Han escuchando toda la conversación. Han estado presentes en este escena y yo ni siquiera me he dado cuenta. - ¿Me puedes llevar a casa? - consigo articular una pregunta. Que vergüenza.

-Si. - me sonríe y me besa la mejilla. En cuanto hace eso siento un cosquilleo en mi estómago. ¿Qué ha sido eso?

Nos despedimos de todos y nos subimos a su coche. Odio tener que depender de alguien para poder ir a algún lado.

Echo de menos mi moto, jo.