Lo Prohibido Es Lo Mejor

Cambios en el aire

PREÁMBULO
La expansión en puntos de venta y de mercado de la empresa para la cual trabajo ( EURO-DRESS) fue motivo por el cuál fuimos los anfitriones de la semana de la moda en esa romántica ciudad de París, lo mejor es que colaborariamos con la casa Chanel, D&G y una colaboración especial con la casa Oscar de la Renta, todo sucedió por mi habilidad innata (así lo llaman mis jefes y toda la gente que me conoce) para expandir ventas por todo el mundo, sin perder la calidez y el amor por los textiles y el árte de hacerlos diseños de ropa;  no les he dicho, pero en todo este tiempo retomé el ejercicio, tomo clases de yoga y me gusta pintar al oleo, he hecho algún bonito cuadro que tengo en la sala de mi casa y uno que le regalé a mi hermano Daniel, el cual sigue en contacto con Colombia, con la empresa ecomoda y con la parte de nuestras acciones que dejamos alla; fuera de eso, me he mantenido saludable, pero no ñes he dicho que pasó con mi imagen, bueno, el cabello me ha crecido hasta la cintura, lo mantengo lacio, casi con efecto de revista de shampoo, me encanta usar mi cabello con gorros, sombreros, me siento realmente hermosa, mi atuendo dejó de ser tan formal, sigo siendo profesional, pero ahora uso de vez en cuando mini faldas, jumpsuits, vestidos, leggins para los viernes casuales de oficina, jajaja, nunca me había sentido tan feliz en mi arreglo personal, me he permitido amarme, me he permitido sanar, me veo al espejo y sonrío porque me siento plena, me siento llena de vida, en el plano amoroso pues, las opciones han sido varias, sólo que no he querido volver a experimentar sufrimiento, he perdonado a Armando, a Beatriz, a todos, ahora me parecen un lejano sueño, y de cierta manera yo le estoy agradecida a la vida que me hayan abierto los ojos así, tuve que bajar al infierno para saber que no me gustaba ser la burla de nadie y que no podía pedir amor donde no lo había más, ambos tuvimos mucha culpa, yo desde el principio justificándolo, perdonandolo, persiguiendo y lastimandonos ambos, ninguno de los dos teníamos el derecho de hacernos sentir mal.

Me estoy desviando, El atuendo que elijo para esta noche de gala es un elegante vestido rojo, ceñido a mi cuerpo, con un escote decorado con diamantes incrustados, la espalda es totalmente descubierta, uso un brazalete sencillo de diamantes y unos pequeños aretes de diamantes, la mirada la quiero enmarcar con  un smooke eyes, labios rojo intenso, no es presunción pero me siento muy sensual, me siento tremendamente hermosa, será un evento televisivo trasmitido a nivel internacional, ¡hay cámaras de todos lados del mundo!. Digamos es mi debut ante las cámaras luego del exhilio de Ecomoda, así que necesitaba verme fabulosa.

Previo a esta noche me doy un baño de tina, el evento será a las 21 hrs y son apenas las 04 de la tarde, dispongo de tiempo para relajarme,  pongo música suave, velas aromáticas y agrego al agua aceites naturales, quiero que mi piel luzca sensacional, entro al cuarto de baño, me desvisto frente al espejo, voy desabotonando mi blusa, hoy elegí una blusa azul de botones al frente, con un pantalón de vestir y los combiné con stilettos negros, al quedarme sin ropa veo mi cuerpo, tiene mucho tiempo que no he tenido que ver con alguien, ni siquiera de manera casual, oportunidades nunca me faltaron pero no he querido, a veces, el amor puede uno misma dárselo sin reservas ni quejas, ni horarios, sin infidelidades, me veo, observo mi rostro, lo acaricio, bajan mis manos por mi cuello , veo mis senos, esos senos que enloquecerían a cualquiera, los acaricio, mis pezones se erectan, mi piel está erizada, bajo un poco más por mi abdomen, acaricio mi ombligo, mi vientre, llego un poco más abajo, cierro los ojos y empiezo a acariciarme, oh cielos, estoy tan húmeda, muerdo mis labios, y sigo descubriendo que más abajo y más profundo está la fuente de mi placer, de mi propio éxtasis, en medio de mis piernas hay una revolución, mi piel, mi cuerpo exige ser aplacado por un hombre, en ese momento me permito recordad la intimidad que tenía con Armando, lo mucho que me deseaba, sabía yo que le enloquecía verme con ropa interior de encaje, recuerdo que su oficina fue testigo muchas veces de muchas formas de amarnos, recuerdo sus labios ardientes por mi cuello, bajando por mis senos, recuerdo sentirme sometida al sexo salvaje que a él le encanta, recuerdo que le enloquecía que le mordiera sus orejas, sus labios, que en el lugar más oscuro de la empresa tuvimos intimidad, me arrodillaba ante él como si yo fuera algo de su propiedad, yo siempre lo miraba con sometimiento porque sabía enloquecerlo de placer,  recuerdo ver su rostro enrojecido, su cara de morir de locura con cada felación que le hacía, nunca quiso terminar en otro sitio que no fuera dentro mío, se enloquecía, lo sentía, quizá lo único que extraño de él es el sexo, ese sexo que sé a él le encanta, cuanto más claros y vivos se hacían los recuerdos estallé en un orgasmo delicioso, y quizá la noche, las circunstancias, la soledad, algo, pero esta vez, gemí tu nombre; cuando todo calmó y aún palpitaba el universo entre mis piernas me metí a la tina, me relajé tanto, me disfruté tanto, que quizá eso fue lo que me puso en piel de tigresa sensual esa noche.