🌷4🌷

1K 131 27
                                    

Jueves 8:03 p.m.

—¡Abuelo, he vuelto ya!– Anuncié, cerrando la puerta detrás de mí. No había mucha luz en el lugar, por lo que asumí que estaba dormido, no quiero molestarlo.

Caminé con pereza hacia mi habitación, mis piernas duelen, además de que sentía como si mi estómago en cualquier momento fuera a digerirse a si mismo.
Recordé la bolsa que _____-chan me entregó antes de despedirnos, desde hace ya un rato había dejado de sentir la sensación no muy caliente que el contenido emanaba en un principio; me apresuré a abrirla, encontrándome con un muffin de chocolate grande y un café envuelto para llevar, por el empaque pude saber que ambos provenían de una cafetería ubicada a unas cuadras de la preparatoria Kimetsu, a veces suelo ir ahí acompañado de Tanjirō e Inosuke, sirven unos dumplings y meropan recién horneado cada ciertos días.

Está de más explicar cuan rojo estaba mi rostro en aquél entonces, era un tomate maduro en su máximo esplendor. _____-chan era un ángel, me ha salvado de  morir de hambre.

No literalmente, pero no hace daño exagerar de vez en cuando.

Alrededor del vaso de café había una servilleta, gracias a la humedad se podía divisar algo escrito del lado opuesto.

“En mí opinión, este muffin en combinación con el café mocca hacen una combinación exquisita, espero que los disfrutes.
Lamento que te hayan castigado por culpa mía, me habría gustado asistir a esa cafetería contigo, eres gracioso.

—_____ Hashineko.”

La caligrafía de Hashineko-chan es tan hermosa como ella misma. Cree que soy gracioso, ahí lo dice claramente, ¡Cree que soy gracioso!

¿Por qué Hashineko-chan se culpa por algo que no le corresponde? Ilógico.

¡Este muffin es exageradamente delicioso!

(65 días)

🌻🌻🌻

¡Hola! Aquí la escritora viene a ustedes con un nuevo rumor:

Hashineko gastó alrededor de quince servilletas al escribir aquella pequeña nota, esto por que los nervios le hacían malas jugadas provocando errores de ortografía y redacción, teniendo que repetir la carta una y otra y otra vez hasta que obtuvo a...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hashineko gastó alrededor de quince servilletas al escribir aquella pequeña nota, esto por que los nervios le hacían malas jugadas provocando errores de ortografía y redacción, teniendo que repetir la carta una y otra y otra vez hasta que obtuvo algo decente.

Hashineko gastó alrededor de quince servilletas al escribir aquella pequeña nota, esto por que los nervios le hacían malas jugadas provocando errores de ortografía y redacción, teniendo que repetir la carta una y otra y otra vez hasta que obtuvo a...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Nos vemos la próxima!

"El sonido de las flores" •Zenitsu Agatsuma•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora