"El sonido de las flores" •Zenitsu Agatsuma•

💐15💐

Miércoles 1:45 p.m.

Desde que era bastante más joven formé la ilusión de algún día casarme; la idea de vivir de la mano de alguien que amas y que esta persona corresponde a ese sentimiento era algo que hasta la fecha anhelo alcanzar.
Y es que, ¿Qué más se puede pedir? Compartir tus mejores y no tan buenos momentos con aquélla figura que de una u otra forma logró adueñarse de tu corazón, de ti... Protegerse mutuamente, ayudarse el uno al otro, cometer un sin fin de locuras juntos y que, con el paso de los años, ambas partes puedan creer con firmeza que aquél "acepto" que dieron en el altar ha sido una de las mejores decisiones de sus vidas. El simple hecho de imaginarlo me deja la piel de gallina.

Cuando me presentaron a Irina, vi en ella aquella luz de esperanza para cumplir ese sueño que veía casi imposible. Con el tiempo comencé a considerarla mi completa prioridad a la hora de actuar, siempre me basaba en lo que creía que a ella le gustaría o no, poco me importaba el hecho de que tal vez yo no estaría tan contento, con verla feliz o al menos satisfecha me era suficiente.

¿Quién pensaría que ella estaba dispuesta a dejarme en la primera oportunidad que se le presentara?

Ahora que lo pienso... Realmente era algo que se veía venir. Supongo que en aquél entonces estaba demasiado cegado para verlo, o bien lo veía pero me negaba a aceptarlo, no lo sé, no importa ya.

—Oye Monitzu... Zimetsu... ¡Zunitsu!–  Un duro puño fue a parar a mi mejilla. Vaya que dolió.

—¡Inosuke, no era necesario usar la violencia!– Tanjirō tiene un corazón muy gentil. —¿Te encuentras bien, Zenitsu?–

—Sí, Inosuke no fue tan brusco esta vez.– Mentira, sí lo fue.

—¡No se refiere a eso, bastardo! Llevas todo el día actuando como idiota, ni siquiera has probado tus asquerosos alimentos.– ¿Eran necesarios tantos adjetivos negativos?

—No sé de lo que hablas.–

—Inosuke tiene razón.– ¡¿Tanjirō?! —¡Obviamente no utilizó las palabras adecuadas! Pero si has estado un poco extraño el día de hoy en cuanto a tu actitud, te encuentras más... Distraído de lo usual, por así decirlo.–

—¡¡No corrijas mis palabras, cabeza dura!!– Inosuke llama demasiado la atención... —¡Y tú, deja de actuar así, es raro y escalofriante!–

—Sí, lo lamento...– Respondí con simpleza para después disponerme a comer. Asco, todo está helado ya.

Pude notar como la cien de Inosuke palpitaba, sus femeninos ojos me miraban como si me odiara con toda su alma salvaje. Algo malo se viene venir.

Y efectivamente, no pasó mucho para que un sin fin de golpes fueran a parar consecutivamente a mi cabeza, rostro, torso, espalda... ¡Duele, duele, duele!

—¡¡VUELVE A SER ZENITSUUU!!– gritó a la par que daba múltiples puñetazos a mi pobre cabeza.

Al menos dijo mi nombre bien esta vez.

🌻🌻🌻

¡Hola! Aquí la escritora viene a ustedes con un nuevo rumor:

Irina no permitía que Zenitsu le tocase sin su permiso. Una vez, él intentó tomar su mano y recibió una bofetada a cambio.
Nada de besos.
Nada de abrazos.
Nada de mimos.
Nada de nada.
A ella le generaba asco.

¡Nos vemos la próxima!

(Ahora sí actualizaré un poco más a menudo, la razón de mi ausencia es una boba historia, sowwy por hacerlos esperar:( )