—Pssstpssst Hashineko-chan~... ¡Hashineko-chaaan!– Imposible, no me escucha en lo absoluto ¡Y sólo está a dos lugares a la derecha del mío!
Le hice un nenúfar con una hoja de papel común, si miras la base del origami hay una nota que dice "¿Quieres ir a un café más tarde?" estoy seguro de que le encantaría.
¡Si tan sólo volteara a verme!
—¡Hashineko-chan, por aquí! ¡_____-chaaan!–
—¡Zenitsu! Estás interrumpiendo la clase, Tomioka sensei va a molestarse.– Ah, Tanjirō, eres demasiado inocente para entender que así es el amor. Rebelde, rompe reglas.
—Tanjirō~ estás más cerca de Hashineko-chan, ¿Por qué no la llamas por mí?–
—Tomioka sensei no permite las distracciones en clase. Lo siento, Zenitsu.– eres demasiado recto, Tanjirō.
Puntería, la puntería es mi fuerte. Puedo lanzar la flor y lograr que caiga en su pupitre, sólo es cuestión de concentración y buen ojo.
1...
2...
¡Ahí va! Justo en dirección al pupitre de... ¡¿INOSUKE?!
¡NO, NO, NO!
Inosuke no sabe leer... ¿Verdad?
—¿Qué es esto?...–
—¡No, Inosuke! Es un mal entendi-...– no pude siquiera terminar mi frase cuando la "flor" (que terminó siendo una horrenda bola de papel sin forma ni belleza) salió disparada y acabó golpeando mi frente. Dolió más de lo imaginado.
—¡No quiero tus estúpidas flores, Monitzu! ¡¿Te estás burlando de mí?! ¡Ven y pelea conmigo!–
—¡INOSUKE, NO ES LO QUE PARECE!–
🌻🌻🌻
¡Hola! Aquí la escritora viene a ustedes con un nuevo rumor:
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En todo el tiempo transcurrido desde que Muzan fue derrotado, Tanjirō dedicó bastantes horas de sus días a enseñar a leer a Inosuke. Aún se le dificulta memorizar algunos kanjis, pero eso no fue impedimento para que pudiera entender lo que Zenitsu había escrito bajo la flor de papel.
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