"El sonido de las flores" •Zenitsu Agatsuma•

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Viernes 1:35 p.m.

—¡Hashineko-chaaan!... ¡Ha-shi-ne-ko-chan!~– Oh, volteó. Está sentada en su lugar dentro del salón de clases, ¡La flor que le obsequié está encima de su pupitre! Ojalá le haya gustado, ¡Le traeré más si es necesario!
Ella esperó a que yo estuviera frente suyo para así hablar, yo seguramente le miraba atontado. En mi espalda escondía de su vista un obento improvisado que hice para ella antes de salir de la cafetería. Algo sencillo, pero especial.

—Agatsuma-san, ¿De qué quería hablar conmigo?– ¡Su voz es demasiado suave!

—Hashineko-chan~...– Mi mente está en blanco, mis piernas tiemblan como gelatina al igual que mi labio inferior, estoy seguro de que ahora tengo una expresión de idiota en mi rostro. Ella me mira, quiere reír, puedo oir sus carraspeos. ¡Vuelve a la tierra, Agatsuma! Aclaré mi garganta y como pude la miré a los ojos, es un momento serio, supuestamente.  —_____-chan... Con respecto a la nota que venía en el café, hay una parte en la que pides perdón por haber hecho que Giyuu sensei nos asignó a Inosuke y a mí un castigo por pelear en clase, ¿Qué te hace pensar que fue culpa tuya? ¡No dormí bien intentando sacar conclusiones!– Y era verdad, al menos la mitad de la noche la pasé pensando en qué la había llevado a creer tal cosa. No la entiendo.

Se quedó un par de segundos pensando y después comenzó a rebuscar entre sus cosas, no demoró mucho en sacar una flor de papel arrugada y mal hecha, la misma flor que anteriormente había hecho para ella y terminó siendo un doloroso proyectil y la causa principal de mis moretes y del injusto castigo por supuesta mala conducta.
Gracias al cielo, mi ojo estaba visiblemente mejor ahora, después de haber pasado un rato presionando el área con una bolsa de hielo la hinchazón había disminuído casi en su totalidad. Un alivio.

—Ví que esto cayó en la mesa de Hashibira-san, era una flor linda, intenté reponerla pero el origami no es mi fuerte. Después de que él la lanzara hacia usted y que los llevaran a ambos a detención, Kamado-san la levantó y me la entregó, explicando que en un principio era para mí, pero que no había escuchado sus llamados. Lamento mucho eso, si hubiera podido escucharlo, justo ahora no estaría lleno de tareas y perdiendo valiosas clases. Lo siento mucho, Agatsuma-san...–

A pesar de que me explicó la razón por la cual pedía perdón, insisto en que no hay razón para hacerlo, y es que enserio no la hay, ¡no es culpa suya! Mal, Hashineko-chan.

Relajé mi rostro, lo más seguro era que tenía el ceño terriblemente fruncido. Después tomé el "obento" y lo dejé en su pupitre, ella me miró, claramente extrañada.

—Preparé onigiris especiales para ti, _____-chan.–

(64 días)

🌻🌻🌻

¡Hola! Aquí la escritora viene a ustedes con un nuevo rumor:

Hashineko posee una muy baja autoestima, lo que la conlleva a culparse por situaciones que no le corresponden. La principal razón de todo esto se debe a su casi nula audición, por lo que prefiere evitar socializar con las personas a su alrededor para, según ella, no ser una carga ni una molestia a la hora de intentar entablar una conversación.

¡Nos vemos la próxima!