sᴇᴄᴜᴇsᴛʀᴀᴅᴀ [𝐏𝐚𝐫𝐤 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧]

𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐

El trabajo era mucho el día de hoy en la oficina; mis padres solo pasaban a supervisar que hiciera bien mi trabajo.

Ya un poco agotada, las luces comenzaron a apagarse esto me indicó que ya casi no había gente en la empresa; el día había pasado demaciado rápido a mi parecer.

Ordené mi escritorio y tomé mi bolso para dirigirme al extenso pasillo en donde se encontraba el ascensor; subí a este y presione el botón que me llevaba a la planta baja.

Unos segundos después las puertas se abrieron dejándome ver la entrada del gigantesco edificio; salí de este y me dirigí hasta el estacionamiento, conduje en mi automóvil alrededor de cinco minutos hasta que llegué a mi hogar, con mis 25 años aún seguía viviendo con mis padres, no me sentía lista para dejar el nido; por así decirlo.

Estacione mi vehículo enfrente de mi hogar, baje y mi rostro obtuvo una mezcla de sorpresa y asco, delante de mis ojos se encontraba nada más ni nada menos que Choi Minho mi ex novio, el cual nunca me amo como en realidad me decía, solo yo lo amaba; él ama mi dinero y la fama que le producía el simple hecho de salir con la hija de un de los multimillonarios más importantes de Corea.

—¿Qué haces aquí? No tienes derecho de estar aqui, perdiste todo el derecho que alguna vez tuviste—. Dije con un tono enfadado

—Quiero recuperar lo qué me pernece—. Dijo

—Yo ya no soy más tuya, nunca lo fui, todo siempre fue una mentira entre nosotros dos, ya que a ti te recuerdo que lo único que te importa y siempre te importará es el dinero y la fama—. Dije

—Sabes en eso no te equivocas, pero estoy arrepentido de mis acciones—. Dijo

¿Qué tan cínico puedes llegar a ser Minho? Eres capaz de decirme que solo te importa mi dinero.

—Sabes dejé de creerte el día que descubrí tu engaño—. Dije

—Si no me crees con palabras, me creerás con hechos y acciones—. Dijo

Comenzó a acercase a mi, acortando la distancia que existía entre ambos, me tomó de las muñecas aplicando bastante presión en éstas; como respuesta solo pude quejarme de su fuerte agarré.

—Sueltame, por favor—. Dije con la esperanza de que me escucharía

Éste pareció no haberme escuchado, ya que hizo todo lo contrario a mi pedido, pero cuando intento besarme a la fuerza, alguien llegó para proporcionarle un fuerte golpe en el rostro; acto que debido a la sorpresa lo dejo en el suelo y algo confundido.

—¿Jimin?—. Dije con una sonrisa en el rostro de cierta forma me alegraba que sea él

—No puede ser Park Jimin volvío a la ciudad, ciertamente no te había reconocido, no me digas, déjame adivinar, vienes a recuperar algo que nunca fue tuyo y no lo sera jamás—. Dijo Minho