𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟏

620 35 8
                                    

Park me había avisado temprano en la mañana, que hoy mismo saldrían en un vuelo privado a Paris, gracias a la mayoría de mis contactos logré que nadie registrara su vuelo y la pagué a varias personas para que no mencionaran nada de su partida con ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Park me había avisado temprano en la mañana, que hoy mismo saldrían en un vuelo privado a Paris, gracias a la mayoría de mis contactos logré que nadie registrara su vuelo y la pagué a varias personas para que no mencionaran nada de su partida con _____.

Por mi parte me había quedado solo en mi gigantesca mansión, sin nada interesante que hacer la verdad.

Había pasado demasiados años desde la última vez que estuve en Corea, eran prácticamente un niño y por mi parte no recordaba mucho de ella.

Solo yacían en mis pensamientos una persona en particular, Jeon Jungkook. Él había sido mi mejor amigo de la infancia, había compartido muchos momentos con él.

Lo conocí tan solo cuando tenía cinco años de edad, ya que su familia se habia mudado desde Busan a Seúl.

Aún recuerdo el día en que mi padre me dijo que tendríamos nuevos vecinos y que la pareja, tenía un niño de mi edad.

Con solo cinco años, mi principal ilusión era ser amigo de ese nuevo niño que llegaría a nuestro vecindario y que más que nada sería mi vecino.

Ese pensamiento había cambiado conforme los años transcurrieron, no sabía lo que era amar verdaderamente, jamás había tenido una novia y mucho menos un novio.

No sabía lo que verdaderamente sentía, intentaba pensar con la cabeza, pero esa idea se iba al carajo con solo ver a Jungkook.

Mi corazón sólo me decía que debía estar con él, pero no como su amigo, como algo más. Y fue ahí cuando todas las cosas cambiaron, amaba y odiaba su cercanía.

No podía verlo sonreír, sin derretirse al hacerlo, odiaba este sentimiento de confusión.

Y esa fue una de la principales razones por las que me fui a terminar mis estudios en Estados Unidos, donde años más tarde conocí a Jimin.

¿Me arrepiento? Cada maldito segundo de mi miserable vida, odiaba no poder confesarme o simplemente no aceptarme como era.

Hace mucho tiempo que no había visto a mis padres y aunque hace un mes o realmente no recordaba hace cuanto tiempo que nos encontramos en Seúl Jimin y yo, preferí esperar.

Decidido, subí a mí auto y conduje hasta la casa de mis padres, en solo minutos estaba frente a la gigantesca puerta de la casa donde había crecido rodeado de amor.

Dos golpes a la puerta fueron suficientes para oír un "Voy", su dulce voz se había hecho presente, la voz de mi querida madre, la cual no veía desde que tenía doce años.

—Hola mamá—.

—Hijo mío, te extrañé demaciado—. Dijo con los ojos cristalizados

—Yo también mamá—.

Ella me abrazó, la había extrañado demaciado y por mucho que me doliera no podía volver.

Ambos lloramos por nuestro encuentro, mucho más mi madre, ingresé a la casa y esta no había cambiado en lo absoluto, sentía que volvía a ser un niño pequeño.

sᴇᴄᴜᴇsᴛʀᴀᴅᴀ [𝐏𝐚𝐫𝐤 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora