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JungKook aburrido estiraba sus pies, se sentía cansado luego de un día largo en su trabajo, miraba su departamento con pesar, sabiendo que tenía que limpiarlo para ese fin de semana

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JungKook aburrido estiraba sus pies, se sentía cansado luego de un día largo en su trabajo, miraba su departamento con pesar, sabiendo que tenía que limpiarlo para ese fin de semana. No es como si urgiera, pero tenía la costumbre de dejar muy limpio su hogar.

Le dolía la cabeza y le pesaban los ojos, sabía que se había sobre esforzado toda la semana para sacar el proyecto adelante; pero finalmente aquel día, por fin había cerrado contratos y todo estaba marchando demasiado bien. Lo cual era un inicio bueno para aquel mes muy productivo o al menos así lo esperaba, ya que era en lo único en lo que gastaba su tiempo.

A veces aquello era su manera de escaparse de todos los sentimientos que en algún punto empezaba nada inundar su mente y los recuerdos vagos de lo que había sido su corto matrimonio con su mejor amigo, aquel que había terminado en un rotundo fracaso.

—Debió ser así—murmuró mientras llevaba su brazo encima de sus ojos, soltando un suspiro con pesar—. Estamos mejor así.

Había pasado apenas dos años de todo aquello, pero para él, el recuerdo de su divorcio y todo lo que había pasado en su año de matrimonio, le perforaban la mente de vez en cuando. ¿Podría algún día dejar aquellos recuerdos totalmente enterrados en sus memorias? No estaba seguro, pero sabía que debía dejar de pensar aquello de nuevo.

Quitó su brazo de los ojos, para encender la televisión en búsqueda de algo que pudiera distraerlo, no es que fuera muy fanático de ver programas; pero era mejor a tener el departamento en silencio y ahogarse en sus recuerdos.

Tomó su móvil, demasiado cansado como para cocinar algo, decidió hacerse de una pizza mediana. La encargó en la app de la pizzería, mientras se levantaba un poco por una bebida y algo de helado que tenía. Escuchó el teléfono de su hogar, extrañado de que sonara, pues el único que de vez en cuando llamaba allí cuando no atendía los mensajes era JiMin.

¿Le habrá llamado sin darse cuenta? Tomó con pereza el teléfono, llevándose al fin este a su oído.

—Hola.

— ¿Hablo con Jeon JungKook? —escuchó aquella voz extraña, por algún motivo, sintió algo en su corazón pinchar—. Repito, ¿hablo con Jeon JungKook?

—Sí... sí soy yo.

—Llamamos del hospital regional de Daegu con el asunto de su esposo.

— ¿Esposo? —frunció el entrecejo.

—Usted es según mis datos el marido de Kim TaeHyung—informó aquella voz con obviedad, haciendo que los ojos del menor se abrieran de sorpresa al escuchar aquello—. Por eso es su persona más cercana en caso de emergencias.

—TaeHyung...

—Su marido ha sufrido un accidente automovilístico, necesitamos que venga con urgencia a firmar algunas cosas—se escuchó un poco indecisa la voz ajena, como si no quisiera proporcionarle alguna información valiosa—. Entre más pronto llegue, sería mejor para el paciente, es de vital importancia.

Granaxa ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora