Granaxa ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

01

JungKook estaba un poco harto, desesperado de escuchar siempre aquello, parecía que estaba siempre aquella misma pregunta en su mente. Estaba harto de su padre, si bien podía convenirle un matrimonio por sus futuros bienes, no creía que realmente fuera a ser algo necesario, ya que había crecido poco a poco por su cuenta.

Si le pudieran dar un dólar por cada que tenía esa conversación con su familia, juraba que al menos todo un año se evitaría la pena de seguir trabajando. La insistencia se hizo más cuando él cumplió veinticinco años, su edad actual. Como si entre más se acercara a los treinta, más presión iba a recibir por parte de su familia.

Soltaba un suspiro, mientras colgaba sin escuchar más de lo que su padre tuviera que decirle, virando los ojos con fastidio.

—Vaya, al parecer a alguien no le fue tan bien con su padre—se burlaba aquella voz barítono que conocía de memoria, provocando que de sus labios saliera un mohín—. ¿Lo mismo de siempre?

—Sí, me estoy hartando de todo eso, yo no necesito y no quiero pensar en cosas como las que me dice siempre—se dejó caer pesado al sillón, botando en la mesilla delante de este su móvil—. ¿No puede entender que tengo más aspiraciones y sueños de libertad que el solo casarme?

TaeHyung solo miraba a su amigo con un poco de diversión plasmada en su rostro, sabía que era muy seguido ese tipo de conversación acerca de la familia del contrario, siempre querían que contrajera matrimonio y viviera felizmente casado.

Él, sin embargo, a sus veintisiete años, aún no se había ni preocupado un poco en considerar casarse o tener alguna especie de heredero.

—Quizá deberías buscar la manera en la que piensen que lo harás, sin perder tu libertad—alzó los hombros restando importancia, mientras se acomodaba mejor en aquel sofá y se estiraba—. Tipo algo que no afecte tu vida, pero que deje a tus padres tranquilos.

—Me dices... ¿un matrimonio arreglado?

—Puedes verlo desde ese punto de vista, sí—aseguró, mientras sentía la mirada ajena analítica sobre él—. Ya se por dónde va ahora esa pequeña mente tuya...

—Por favor TaeHyung, somos amigos desde hace tanto y pasamos por mucho juntos—se colocó recostado en el regazo ajeno, con aquella cercanía y naturalidad que los caracterizaba—. No puedo pensar en alguien más perfecto que tú para ser mi esposo falso.

—Kook, esto es diferente...

—Tómalo como un favor entre amigos—afirmó con una sonrisa tierna, que bajó las defensas del contrario por completo—. ¿Qué podría pasar si lo hacemos? No sería mucha sorpresa para nadie.

—Por un tiempo, supongo que así te dejarían libre—analizó, mientras asentía a modo tranquilo ante aquella idea—. Creo que podría hacerlo, aunque eso de las bodas no va conmigo.