Capítulo 6: Hell or High Water.

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Alastor y Charlie analizaron el mapa de la ciudad que ella había adquirido en su estancia en los laboratorios Baxter hacía ya casi un año, y en el cual estaba marcado el punto donde se suponía había estado establecido el puesto de avanzada, y desde el cual Baxter fue capaz de transmitir el mensaje de auxilio, y el cual parecía estar al otro lado de la ciudad. Tenían que tener cuidado ya que la zona por la cual debían pasar sería la de mayor concentración de infectados, y cualquier ruido los pondría en alerta.

El castaño entendió la importancia que tenía Baxter para la humanidad después de haber indagado un poco sobre la relación que Charlie tenía con él, por lo que haría lo posible por salir con él ileso de la ciudad, realmente esperaba no obtener algún tipo de perdón celestial por ayudar a la humanidad...

Ambos alistaron sus pertenencias buscando alguna otra cosa que les podría ser útil entre las cosas que habían sido abandonadas en el lugar, tomándose únicamente con un par de botellas de agua, algunas vendas y pilas, no eran el gran hallazgo, pero en esos tiempos cualquier cosa era aceptable, empezando avanzar hacia la salida.

Charlie se sorprendió brevemente al sentir como la mano de Alastor la detuvo en un pequeño jalón a solo un par de pasos de la puerta, viendo como este la empezó a observar de manera fija y penetrante. Alastor sabía que al cruzar la puerta de la iglesia al exterior el pequeño y breve episodio de anoche pasaría a ser un sueño casi irreal para el resto de su vida, donde el la idolatró por completo. No pudo evitar llevar su mano enguantada al rostro de está dando una caricia a sus mejillas donde aún se podían observar los lunares rojos que las adornaban y que se desvanecerían al salir.

Intentó memorizar el bello rostro de la demonio frente a él y que sería su anhelo en vida y su objetivo a encontrar después de morir, solo para terminar por depositar un beso en su frente quizá el último que él daría en vida y ante el cual Charlie no pudo ignorar la mirada triste que el castaño tenía en ese momento a pesar de que en su rostro estuviera su típica sonrisa, más no dijo nada y se limitó a repetir las acciones del castaño retirando algunos de los cabellos que cubrían su frente y depositó un beso sobre la marca en forma de "X" que habían hecho los hombres el día anterior y empezaba a cicatrizar lentamente.

— Es hora de partir...– señaló Alastor en un tono de voz débil que pareció ser casi un susurró a oídos de Charlie.

Ambos salieron por la puerta de la iglesia atentos y dejando atrás su sentimentalismo, para pasar a un estado de alerta ante la presencia de dos enemigos peligrosos en la zona "los infectados" y "las ánimas".

Podían ver en los alrededores los remanentes de la lluvia como grandes Charcos, junto a un calor húmedo presente en el ambiente que hacía sentir la piel, un tanto pegajosa, clima al cual Alastor parecía estar acostumbrado al ser de la zona, pero a Charlie le resultaba tremendamente incómodo.

Alastor se detuvo un momento frente a la iglesia en una pequeña zona que parecía estar algo seca para sacar de su bolsillo el estuche de gises que siempre portaba con él, para empezar a dibujar numerosos símbolos de los cuales Charlie solo pudo reconocer apenas alguno, después de ello el castaño tomó su cuchillo para realizar el corte que Charlie esperaba que fuera en su mano como lo había visto hacerlo la primera vez, sorprendidos al ver que esta vez cortó su antebrazo de forma más pronunciada dejando salir una mayor cantidad de sangre mientras rezaba en un idioma que Charlie no entendía viendo como los símbolos desaparecían absorbiendo cualquier rastro de sangre.

No tardó en ver como los pequeños diablillos del tercer círculo salían con sus típicos chillidos que aclamaban «¡sangre!» normal de seres nacidos de la gula, seguidos por numerosas sombras espesas que no emitían sonido alguno, pero podía percibir cierto frío emanando de ellos, y las cuales le recordaban vagamente a los dementores de los libros de Harry Potter. Las sombras y los diablillos no tardaron en dispersarse en la zona, sabía que ellas fungirían como ojos y en caso de ser necesario manos de Alastor, aunque también era un arma de doble filo, su uso de forma prolongada desgastaba al usuario y eso le preocupó.

Days Gone [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora