6.

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- ¿Te gustaría un súper Dragón? -

- Ni lo sueñes. -

- ¿Qué te parece un pingüino en el culo? -

- No es tan mala idea. -

- ¿En serio? -

- ¡No! Vamos, tienes que estar bromeando, esto es algo que estará en mi cuerpo por el resto de mis días, tiene que ser algo especial, o por lo menos algo lindo. -

Harry centró su mirada en el omega, el cual seguía viendo sus posibles opciones de tatuajes. Sonrió, una idea iluminó su mente, creía que ya tenía el perfecto.

- Lo tengo. -

- ¿Tienes qué? -

- Tu tatuaje Lou, espera aquí. - dijo mientras se iba a hablar con el tatuador para diseñar el boceto.

- ¿Estás seguro? ¿No quieres o aceptas sugerencias? -

- Nop. -

Se acercó al hombre de barba larga que estaba sentado en un pequeño taburete, esperando por las instrucciones del rizado para iniciar su trabajo.

El Alfa se acercó y le susurró algo, ante la azulada mirada expectante que intentaba averiguar, aunque sea un poco, de su próxima marca permanente.

El tatuador sonrió cuando Harry se alejó y no sabía si eso era una buena o mala señal.

- Muy bien Louis, siéntate en lo que hago el boceto rápido, no va a tardar mucho. - dijo aquel Alfa en lo que se levantaba de su pequeño asiento.

Louis miró a Harry con sincera preocupación, aunque aún estaba a tiempo de rendirse, una parte de él le decía que siguiera con esta loca aventura, que qué tenía que perder, aunque también había otra parte de él que le susurraba una y otra vez que confiara en su Alfa...

Es decir, en HARRY.

¿Qué demonios te pasa hoy Louis?

- Bien, todo listo. - el hombre regreso ya con la plantilla lista y se la enseñó a Harry.

- Es justo eso lo que tenía en mente. - sonrió mientras daba palmadas al hombre en la espalda como un buen gesto.

- Mierda. - susurró Louis por el otro lado, y muy seguramente también desprendía feromonas de miedo y angustia.

- ¿En dónde va a ser entonces? -

- En su espalda, justo abajo de su hombro derecho. - se apresuró a contestar Harry, antes de que Louis pudiera dar una opinión.

Quien levantó una ceja al escucharlo. Bueno la espalda no era tan malo, por lo menos lo podría ocultar de su hermana por un tiempo.

Se levantó de la silla y se quitó la camiseta, bastante lento y de forma distraída, aún pensando en toda la situación, tanto así, que no notó la mirada que se fijaba directamente en él y en su torso desnudo, una mirada que ni siquiera pestañeaba porque no sabía cuándo iba a poder tener otra vista así. Y no era la del tatuador por si se lo preguntaban.

- Bien, estoy listo. -

- Entonces, comencemos. - dijo el tatuador con su gruesa voz - ¿Estas bien con tu Alfa estando aquí? Algunos se ponen un poco agresivos cuando tatúo a sus omegas, ya sabes, por sus quejas por el dolor. -

Ahora sí que Harry desvío la mirada hacia el otro Alfa en la habitación, sin embargo, no hizo ninguna aclaración ni respondió su pregunta, primero porque no iba dirigido a él y segundo, quizá tampoco quería hacerlo. En cambio, se aseguró de estar grabando correctamente todo el proceso.

NERVE: UN JUEGO SIN REGLAS - LARRY STYLINSON-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora