CAPITULO VI

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Estabamos en el pasillo del instituto esperando a que sonara la campana para entrar a clase. Los amigos de Santiago nos estaban invitando a mis amigas y a mi a almorzar fuera en una cafetería que quedaba a la vuelta de la esquina del instituto.

Yo tenía el cuaderno de Samantha en las manos el cual me dispuse a devolverselo antes de entrar a clase, ya que aunque ese día no tuviesemos clase de matemáticas suponía lo iba a necesitar. Me escurrí de la conversación para ir a buscarla, si mal no recordaba su casillero estaba al final del pasillo. En el pasillo había mucha gente aglomerada, típico, por lo que tuve que esquivar balones en el aire, y gente que iban y venían chocando unos con otro.

Vi a Samantha frente a su casillero, cuando me iba a acercar alguien se me había adelantado, al ver quien era me recosté de uno de los casilleros instintivamente para que no me vieran. Al lado mío estaba una de las chicas del equipo de Atletismo y amiga de mi hermana, me miró extraña y yo no pude hacer nada más que saludarla y intentando sonreirle para aparentar como que nada estaba pasando, porque en realidad no estaba pasando nada. ¿Qué es todo esto? pensé.

Eduardo se había acercado a Samantha y se notaba la incomodidad entre ambos. El no se estaba quieto, se veía que estaba nervioso por la forma en la que se balanceaba sobre sus piernas. Samantha lo miraba atentamente durante unos minutos, en un momento al parecer Eduardo le había dicho algo bastante chistoso porque de la nada empezo a reirse. Yo fruncí el ceño, ¿Qué estaba pasando aquí? Me quedé de piedra cuando Eduardo tomo su mano para acercarla y darle un beso en la mejilla, Samantha le correspondió con una sonrisa.

En ese momento aterricé y me dí cuenta en dónde estaba y qué estaba haciendo, la estaba espiando... ¿Qué demonios me pasaba? Suspiré profundamente para calmar la ansiedad que de repente se apoderó de mi. Los miré por última vez y decidí marcharme de ahí. Volví a donde estaban los chicos pero no fue por mucho tiempo porque justo sonó la campana que indicaba que debíamos entrar a clases. Metí el cuaderno de Samantha en mi casillero y junto con mis amigas nos dirigimos a nuestra primera clase del día.

Pasé casi todo el día preguntandome qué había sido aquello, nunca había espiado a alguien ni mucho menos sentía lo que estaba sientiendo en ese momento, esa ansiosa curiosidad de saber que pasaba entre esos dos. ¿a caso salían? Samantha me había dicho que no, que el no era su tipo, entonces ¿Qué había sido ese beso? Quizá aunque el casi le haya vomitado encima, el beso en aquella fiesta le gustó y ha cambiado de opinión. Tantas preguntas, muy pocas respuestas que realmente deberían de no importarme.

Cuando salí de mi última clase me dirigía como de costumbre a los vestidores, Nicole decidió acompañarme, desde esta mañana la sentía un poco nerviosa y dispersa con la mente en cualquier sitio menos en la tierra. Le comentaba que la fundación de mis abuelos iba a tener su acostumbrada actividad anual de recaudación de fondos para los tratamientos de cancer para personas de bajos recursos, ese año realizarían un partido de Golf con algunos de los mejores golfistas del país, tambien participarían empresarios, personas influyentes en el entretenimiento y por supuesto reconocidos de la medicina. A mi no me gustaba este tipo de eventos porque me sentía bastante fuera de lugar entre un grupo de estirados compitiendo por ser la vaca que más caga.

¿Podrías decirme que rayos te pasa? — dije parandome en seco en medio del pasillo — llevas todo el día callada, te estoy hablando de algo y no me estás poniendo atención... — ella siguió andando pero esta vez en círculos sin mirarme, yo la paré en seco sujetándola de los hombros obligándola a mirarme, ella me miró sorprendida — ¡Eh!

Es que, hoy he quedado con Gustavo después de clases — dijo apenas mirándome, yo la miré confundida — no me mires así, ¿okay? — Nicole suspiró profundamente para luego recostarse de la pared — Me llamó, sabes, diciendo que quería hablar de lo del viernes, según el está muy arrepentido por haberme quedado mal pero que los planes no le salieron como el esperaba y bla bla bla... ya sabes, excusas, y no sé — dijo poniendose las manos en la cabeza acomodando sus rizos, la notaba molesta y exasperada, y cuando Nicole estaba así era algo a lo que tenerle miedo — quiero verle a los ojos y decirle que se vaya a la mierda y que no me busque más.

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⏰ Última actualización: Aug 10, 2022 ⏰

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