CAPITULO IV

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Los demás días de tutorías no habían sido muy diferentes. Salía de mis prácticas de soccer hasta el salón de estudio, me encontraba con Samantha con sus audífonos mirando a la pantalla de su computador, la saludaba mientras ella me saludaba a secas. La verdad era que se me hacía aburrido pero la perseverancia dió frutos y con el tiempo fuí entendiendo los contenidos que se daban en clase y ya podía hacer las tareas por mi propia cuenta sin necesitar mucho de su ayuda.

Era viernes, y uno de los amigos de Santiago estaba de cumpleaños. Los chicos decidieron preparar una fiesta para celebrarlo. Ese día luego de salir del instituto me fuí directamente a casa de Nicole para prepararnos juntas para la fiesta. A diferencia mía, Nicole duraba un milenio decidiendo que ponerse mientras que yo con tres trapos que me tirara encima estaba bien.

Pero esa noche sabía que Nicole quería esmerarse. Desde hace algunas semanas atrás, había conocido a un chico llamado Gustavo el cual vivía en el pueblo de al lado. No me había contado mucho más que lo normal entre dos chicos que apenas se estaban conociendo, pero podía ver en su mirada la ilusión y la expectación de lo que podría pasar.

Con tanto maquillaje lo vas a espantar — dije mientras me abalanzaba de espaldas a la cama. En serio que Nicole podía durar una eternidad.

¿En serio? — dijo girándose con el delineador en la mano y con los ojos bien abiertos. Yo no pude evitar reirme — eres tonta Alex — dijo lanzandome uno de los diez labiales que tenía encima del tocador — en vez de apoyarme en un momento tan crítico te pones a burlarte de mi.

Santiago me llamo diciendo que ya salió a recogernos, así que mejor date prisa.

Es que tu no me entiendes por que eres linda y tienes novio. No tienes que preocuparte por quedarte sola con tus tres gatos por el resto de tu vida — dijo apoyándo sus manos en el tocador mirándose al espejo con cara de tener un dilema exsistencial.

A ver — me acerqué a ella y la giré para que me mirara — eres hermosa y lo vas a impresionar ya verás, además mirate — dije dándole una vuelta a lo que reíamos — eres y estás espectacular, lo vas a dejar babeando por ti, ya verás.

Ella asintió y me dió las gracias. Era la primera vez que a mi amiga le interesaba alguien de verdad y no quería que esos miedos y prejuicios estúpidos la intimidaran. Esa noche iba a brillar tanto o más que cualquier estrella, de eso estaba segura.

Ambas seguimos preparandonos para el evento. Nicole llevaba puesto un vestido negro suelto de la cintura para abajo con unos tacones rojos y su rizos negros recogidos en un moño bastante mono. Estaba guapísima con ese atuendo. Yo por mi lado opté por usar unos jeans y una blusa de lentejuelas de color amarillo mostaza con unos tacones negros no muy altos. Decidí soltarme el pelo y supé que había sido la mejor decisión al ver la cara de bobo que puso Santiago al verme. El también se veía muy guapo con su camisa azul turquesa la cual dejaba ver un poco de su pecho y el pelo recogido hacia atrás. Le dí un beso al entrar al auto y los tres emprendimos camino a la fiesta.

Cuando llegamos a nuestro destino, el ambiente era igual como me lo había imaginado: La música se escuchaba desde el otro lado de la calle, afuera en el porche estaban los fumadores, al llegar a la puerta, el olor a cigarrillo y a otras sustancias inundó nuestros pulmones, no pude evitar reírme cuando Nicole empezó a toser a propósito lo cual hizo que se ganara una que otra mala mirada. Ya dentro de la casa el panorama no era más bonito ni diferente, los chicos venían de un lado para otro con bebidas en la mano, en los sofás ya había uno que otro pasado de tragos y gente ligando en todos los rincones de la casa.

Solo hicimos entrar para que los amigos de Santiago notaran nuestra presencia y se acercaran a nosotros a saludarnos. Nos dirigimos a una sala bastante amplia en donde habían colocado varias mesas en las cuales los chicos se dedicaban a jugar al beer pong. Divisé a mis amigas sentadas en el sofá que estaba en el fondo y les sonreí, todas estaban muy guapas, algunas inclusive se veían hasta diferentes con tanto maquillaje y tan bien arregladas.

La vida en DO sostenidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora