Bellos recuerdos

2.1K 91 0
                                    

Cap. 1.

Fue la lluvia que le hizo pensar de nuevo en ese día, solo fue hace un mes pero todavía podía sentir los gritos de sus compañeros y su pequeño hijo, el kitsune al que tanto adoraba, gritar su nombre mientras, ella desaparecía en una luz rosada. Después de la batalla final contra Naraku, ellos ganaron y completaron la joya, Kohaku vivía, a Kikyo se le dio su alma y un cuerpo nuevo, Kagome no murió ya que en realidad era la reencarnación de Midoriko, eso lo descubrieron un año antes de la lucha contra Naraku:

FB:

Hacia un mes que seguían una nueva pista de Naraku, todos estaban agotados ya que por esa zona estaban los youkais más peligrosos y además, a Sango se le rompió el Hiraikotsu en una de las muchas batallas que tuvieron.

Inuyasha y Miroku iban al frente del grupo, mientras que las chicas, Shippo y Kirara estaban por detrás de ellos hablando.

- Oye Kagome, ¿tú crees que podría pasar por mi pueblo?, si voy con Kirara tardaré solamente cuatro días en volver y tengo que arreglar mis armas. – Le preguntó la exterminadora

- Claro que si Sango, es mas necesitas tu arma si nos tenemos que enfrentar a Naraku. – respondió la joven sacerdotisa

- Si, pero lo difícil será convencer al tonto de Inuyasha. – Dijo el pequeño zorro mirando a su madre, desde hacía ya dos meses después de que hicieran una adopción youkai-

-  Es verdad, pero necesito ir i si no me deja… - dijo Sango pensativa.

-  No te preocupes si no te deja diré esa palabra unas cuantas veces – Intento tranquilizarla la joven  sonriendo a Sango- INUYASHA!

-  Que quieres moza!? – respondió malhumorado

-  Sango necesita ir a reparar su Hiraikotsu a su aldea, tardará solo cuatro días, y además necesitamos descansar. – Le explicó la colegiala.

-  De ninguna forma nos pararemos moza, Sango puede arreglar su arma en las noches en el campamento! – Respondió el medio demonio. 

-  Pero necesitamos descansar! Somos humanos, no tenemos tanta resistencia como los medio demonios o demonios. – Siguió intentando convencerlo.

-  De todas formas como crees que podamos parar a descansar cuatro días seguidos en un bosque tan peligroso! – Dijo dándose la vuelta dispuesto a retomar su marcha anterior.

-  Si no recuerdo mal, y seguimos dirección oeste, en unas seis horas deberíamos llegar a un pueblo que está protegido por una poderosa barrera que no permite entrar a nadie con malas intenciones, así como la barrera de la cueva de Midoriko, se dice que Midoriko nació en ese pueblo. – comentó la exterminadora haciendo que se detuviera de nuevo y apretara los puños sabiendo que ya no tenía otra opción que aceptar.

-  Además podríamos aprovechar para investigar sobre Midoriko, ella fue la más poderosa sacerdotisa guerrera. – Añadió el monje luego de estar observando la pequeña discusión todo ese rato.

-  Y también podría entrenar mis poderes con la sacerdotisa del pueblo. – comentó la joven del futuro.

-  Feh! Como queráis pero si pasan más de cuatro días os dejaré, y seguiré la pista yo solo. – dijo el peli plateado comenzando a ir hacia la dirección del pueblo.

Sango fue a su pueblo directamente desde la aldea de Midoriko, Miroku se pasaba la mayoría del tiempo pidiendo a jóvenes y hermosas damas si deseaban tener hijos con él, Inuyasha se pasaba todo el rato vigilando a Kagome y descansando en el árbol más alto, Kagome empezó a entrenar con una sacerdotisa muy amable, su nombre era Rio, Rio tenia aproximadamente veinte años era hermosa y poderosa, un día durante el entrenamiento una luz blanca rodeó a Kagome haciéndola caer en un ligero sueño.

Dueña de mis lágrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora