4 | Mi omega

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Stiles caminaba muy tranquilamente de regreso a su casa, la noche todavía no caía en Beacon Hills y se podía ver como el cielo tomaba un color más anaranjado a esta hora del día. Daba pasos de acá para allá en su camino y jugaba a no pisar las líneas que se formaban en el suelo por culpa de las baldosas, mientras que pensaba lo que había hecho en aquel parque con Derek.
¿Realmente se había subido a su regazo? Si, se había subido al regazo de Derek gustoso y casi ronroneando, sus mejillas tomaban un ligero color carmín al recordar esa escena que había hecho, lo que más le avergonzaba era haber sido visto por su mejor amigo y el tío de Derek, Peter; conocía al mayor desde hace años pero eso lo avergonzó de todas formas, osea, era como tomar a Derek de forma posesiva para el y solo para el. Tenía el presentimiento de que su celo estaba cerca al ser tan meloso con el alfa, pudo sentir como su omega interior le pedía acercarse aún más a ese azabache con ojos color esmeralda que le pertenecía a su corazón.

Llegó a su casa de manera rápida y pudo divisar como las luces estaban prendidas y el auto de su padre se encontraba afuera, hoy su padre había llegado temprano y eso significaba que ambos cenarían en familia, normalmente eran hamburguesas con patatas fritas. Entro con sus propias llaves y al abrir la puerta pudo ver como su padre habría una bolsa café que contenía en su interior un par de hamburguesas y papas.

–Bienvenido hijo, traje nuestra cena– dijo sonriente el hombre ya mayor, se le podían notar esas arrugas a los costados de los ojos.

–Gracias papá, pero si seguimos comiendo esto vamos a volvernos unas bolas de grasa– desenvolvió la hamburguesa y le dio un mordisco pequeño, le encantaba degustar la mezcla de esa carne jugosa con un poco de tomate y lechuga, aparte del queso y aderezos que está contenía, era simplemente increíble ese sabor tan callejero.

Comieron sus hamburguesas mientras hablaban de las cosas que les habían sucedido durante el día, Stiles sentía la necesidad de contarle a su papá lo que le estaba pasando con Derek, total ¿que le podría decir su padre en contra de Derek?.
No quería pensar ni siquiera imaginar a su padre rechazando su amor por aquel alfa que amaba desde pequeño. Tenía que ser valiente y confesarle que lo quería.

–Emm... papá, ¿podemos hablar?– le preguntó nervioso a su padre que hacía bolita los papeles en que venían envueltas las hamburguesas.

Noah lo miró extrañado, nunca había sentido que Stiles estuviera tan nervioso –Claro hijo.

–B-bueno, quería hablarte de un tema muy importante para mí– miraba a su papá de reojo, no era capaz de decir esas palabras mirándolo a los ojos.

–¿Pasó algo malo?– no entendía de que hablaba su hijo. Miraba como se removía inquieto tratando de formular una respuesta.

–No es malo, creo. Es solo q-que... me– no podía decirlo, las palabras no salían de su boca por mas que quisiera decirlas. Esas simples tres palabras.

–Stiles, sabes que puedes confiar en mí– dijo el mayor poniendo una mano en la espalda de su hijo sobándola de arriba a abajo de manera protectora.

–Lo que pasa es que me gusta alguien– lo dijo, por fin le decía a su padre, se sintió aliviado por un momento. El beta soltó un suspiro de alivio, pensaba que se trataba de algo más problemático.

–Hijo, yo esperaba que me dijeras esto con Derek. La verdad es que ya son muy obvios para seguir ocultándolo y quiero decir que apoyo su relación, mientras ese maldito no te obli-

Stiles le tapó la boca antes de que siguiera hablando tonterías. El mayor se zafo del débil agarre de su hijo mirando como este se ponía rojo.

–¿Te sorprende tanto de que me haya dado cuenta? Si quisieran ocultármelo Derek no impregnaría su olor en ti– el castaño estaba que se desmayaba.

Mi destino era amarte [STEREK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora