Mentiras

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Las cosas en la empresa iban de maravilla igual que la relación con Emma,todo era un sinfín de tranquilidad, todo aquello que alguna vez podría soñar, estaba ahí, en su realidad, pero no todo lo que brilla es oro y  en el fondo la morena sabia que algo no estaba bien.
Confíaba en la rubia, más que en nadie, pero había un secreto que jamás debia salir a la luz, jamás debia volver a hacerle daño a alguien más. Ojalá hubiera tomado mejores deciciones en su adolescencia, pero cierto factores  la llevaron por ese camino y su pasado fue enterrado junto a su matrimonio.¿Y si salía a la luz? ¿Y si eso provocaba aún más decepción? ¿Y se perdía a emma para siempre?

El crudo invierno había pasado y la primavera llegaba con todo su esplendor.
Emma había decidido que era hora de  arreglar el jardín, ya que estaba algo descuidado, las pocas plantas presentes se habían secado y  la morena solo mantenía su manzano. Esa mañana arrastrando a una Regina reacia al cambio, trajeron docenas de platas del vivero, algunas las acomodaron alrededor del gigantesco árbol, y otras repartidas entre el gran espacio verde.
En los días siguientes contrataron al mejor arquitecto de la ciudad para recrear un hermoso lago artificial en el enorme jardín trasero, un pequeño puente que lo cruzaba y en donde se podían apreciar debajo los peces más coloridos, rodeados de flores, luces y bancos de madera. Muy similar a un jardín zen. Ese era el refugio que ambas necesitaban.
Las ideas de Emma habían hecho relucir todo el lugar y la mansión jamás había lúcido tan perfecta, cada rincón restaurado con el tiempo y el amor habían devuelto su brillo natural.
La morena al fin abría cada puerta y se disponía a renunciar a sus más viejos y preciados recuerdos.

Esa mañana Regina había salido temprano como de costumbre para la oficina, mientras Emma fumaba un cigarro en el porche disfrutando del frescor matutino, una extraña hoja de papel pegada en una de las macetas de la galería llamo su atención,tomo lo que parecía ser una nota y sus ojos se llenaron de furia y lágrimas al leer su contenido.

"Regina mills no creas que olvide lo que hiciste hace algunos años, no te preocupes querida tu secreto esta a salvo, pero juro que las pagaras. Mi venganza lleva tiempo pero es perfecta."

Emma se llevo una mano a la boca, no pudiendo creer las palabras plasmadas en ese papel. ¿Qué secreto? ¿Qué había hecho la morena? ¡¿Y ahora qué?!

Regina llegaba tarde como desde  varios días atrás, bajo del mercedes dando un portazo y destilando odio por todo el camino, la rubia la espera en la puerta de brazos cruzados y las cejas funcidas.

-Regina, tenemos que hablar.

-ahora no swan.. ¡¡ahora no!!

-¡Regina! Soy tu novia no puedes tratarme así y menos ignorarme.

-si no te gusta como lo hago, vete y dejame en paz...¡¡¡ Te dije que ahora no!!!

- ¡¡¿¿y cuando?!!¿Cuando la alteza va a responder mis preguntas?

-Emma, me duele la cabeza para aguantar tu niñerias, estaré arriba...

-como quieras Regina....

La morena subió las escaleras y se encerró en la habitación, donde siempre solía embriagarse cuando su mundo estaba por derrumbarse.
Emma se sentó en el sofá con la carta en la mano y una copa de vino, pensando cuantas explicaciones podría tener todo eso.
Todo debía ser mentira, debía haber un error, tal vez la morena se lo pudiera aclarar, pero Regina no se encontraba en sus mejores días y los problemas laborales la estaban afectando demasiado, de alguna manera Emma tenía que saber que quería decir ese texto. Que clase de secreto guardaba la morena tan profundamente.

El Amor Del Espejo (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora