F #2

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Los días parecían haber perdido sus horas valiosas, el cielo había perdido su color y su propio hogar parecía un lugar desolado y triste, aunque no haya cambiado nada desde hace más de un año.

¿Como pudo terminar de una forma tan dolorosa? Realmente aquella muchacha había hecho algo tan horrible para marecer esto?
Era algo que ella misma no dejaba de preguntarse, aunque realmente no podía darle respuesta ¿realmente era tan desdichada? No podía dejar de pensar en eso, ni mucho menos eliminar el dolor ¿realmente podía doler tanto? La respuesta lamentablemente era positiva.

Habían pasado ya 2 semanas completas, y la chica había cambiado demasiado, el impacto fue tanto que directamente dejó de salir de su casa, y si lo hacía, era solamente para regar un par de plantas que ahora se veían sin chiste; dejó de sonreír hasta por la más mínima cosa, pero sobre todo, dejó de visitar a Clancy; ya no veía motivo ni para levantarse de la cama.

Asomaba su mirada por la ventana, solo para ver que ahora su gran amor ya no salía solo, ya no estaba solo. Aquella chica a la que había olvidado completamente, jamás la vio como posible competencia.

                       
                             Susan.

Ese nombre no lo había escuchado en un par de años, parecía que las cosas se estaban renovando a su favor pero se equivocó horriblemente.

Realmente no podía dejar de pensar en ese cabello que núnca podría tocar, esa cara que jamás podría acariciar y esos labios que ahora le pertenecían a otra, incluso parecía que se estaba auto torturando cada vez que miraba por esa ventana y veía a los ojos de Clancy iluminarse por una cara que no era la suya.

Ni siquiera podía odiar a la pareja, no podía odiar a Susan por más que lo intentara y ni mucho menos a Clancy que técnicamente fue el causante de su dolor, no podía hacer más que odiarse a sí misma por haberse ilusionado de más con lo que no era nada más que una fantasía de una niña ingenua y enamorada.

Su vida cada día parecía que se hacía más monótona, más gris, más triste.

Le dolía mucho más pensar que a la persona que le había confiado todo, su alegría, su amor, sus tristezas, ni siquiera había parecido notar el cambio abrupto en la chica.

Un día gris como cualquiera alguien más que el viento llamó a su puerta.

La chica no podía imaginarse quien era, no tenía amigos además de Clancy, pero decidió abrirla de todas formas.

Sus ojos se abrieron como platos al darse cuenta que era el mismísimo Clancy pero ¿qué estaba haciendo ahí? Técnicamente no tenía razones para haber ido. Estaba ahí, con esa sonrisa que tanto solía derretir a la chica, pero que ahora no podía causarle más que desdicha.

—Hola! Ehm...Hace bastante que te he notado extraña ¿todo va bien? —Dijo Clancy.

La chica no sabía que pensar, ni mucho menos que contestar para no quedar como una loca o una dramática, pero al percibir una notable preocupación en los ojos de Clancy, decidió pensar una respuesta rápida.

—Ehm.....No te preocupes...solo...me he sentido un poco rara, ya sabes, lo típico —La frase parecía convincente, pero _____ se arrepintió de haber dicho eso, ni ella misma sabía por qué.

—Ah, bueno, he venido a saber como estabas, eres mi amiga y seria bastante descortés actuar como estúpido después de todo lo que haz hecho por mi.

Esto tomó más aún por sorpresa a _____ le parecía un poco raro escuchar esas palabras salir por la boca de Clancy.

—Pero, no te preocupes, estoy bien.

—_____, te conozco lo suficiente como para saber que algo te pasa, pero no insistiré si no quieres que lo haga.

Esas últimas palabras fueron extrañamente filosas para la chica, no pudo contenerse más y estalló el lágrimas.

—______!? ¿¡Que pasa!? ¿¡Dije algo malo!? —Dijo Clancy con una muy notable preocupación.

Clancy en un intento por calmar la situación abrazó a la chica, que a este punto no podía controlar sus lágrimas.

Ella, sintiéndo el abrazo más cálido que tanto había anhelado, abrazó fuertemente a Clancy, parecía que sus sentimientos aún no desaparecidos se habían hecho presentes en ese momento.

—____, porfavor, tranquila, ¿sí?

Esa cálida voz fue como una especie de regalo en ese momento, de alguna forma supo que Clancy al menos se preocupaba por ella, y eso fue también una especie de pequeño consuelo.

Clancy llevó a ____ aún llorando a los sillones que está tenía en casa, y ahí se sentaron ambos mientras Clancy la seguía abrazando.

Habían pasado unos minutos y la muchacha, para su suerte parecía estar calmandose un poco, o al menos lo suficiente para modular un par de palabras.

Finalmente se levantó y miró a Clancy a los ojos, ojos que realmente tenían un aura de preocupación, preocupación que la chica realmente quería que existiera.

—....Clancy...lo siento por eso, no pasa nada realmente grave, en serio...ya sabes lo sensible que soy...por favor no te preocupes.

Clancy miró a ____ y la tomó suavemente de los hombros

—Sabes que puedes confiar en mi...no? —Dijo Clancy esbozando una pequeña sonrisa

Esta acción puso a ____ un poco nerviosa, incluso notó su cara un poco tibia, esa situación fue realmente embarazosa.

—Si, lo se...gracias, pero de verdad, no pasa nada —Dijo la muchacha intentando esbozar la sonrisa más convincente que pudiese.

—Está bien, puedes llamarme cuando quieras...¿quieres que me quede un poco más? Susan no tiene problemas con eso.

Esa última frase sacó a ____ de la nube a la que había subido y la hizo caer de nuevo en la realidad, la realidad que tanto le dolía.

                       Claro, Susan...

No te preocupes, estaré bien... —Dijo la chica, haciendo sus mayores esfuerzos para no eliminar su sonrisa.

—Está bien, recuerda que puedes llamarme cuando quieras, siempre estoy disponible —Dijo Clancy con la sonrisa tan hermosa que lo caracterizaba, y eso logró endulzar un poco los pensamientos de la chica.

Clancy finalmente salió de la casa y cerró la puerta tras de el.

Ese día finalmente había sido distinto, un día particularmente dulce pero amargo a la vez, ____ realmente no sabia que pensar y se recostó en ese mismo sillón para tratar de reordenar sus propios pensamientos.

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Hola! Aquí la autora. Bueno, realmente no sabía si darle más partes a este pequeño relato, pero el apoyo que recibió realmente me inspiró para hacerlo, jamás imaginé todo el apoyo que tendría, gracias a todos por sus comentarios bonitos; me inspiraron a continuar con esta historia, gracias ♡.




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