Capítulo 1: La Sombra del Monstruo.

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El amor ciertamente cambia a las personas, se dice que cada persona que se enamora cambia bruscamente su personalidad. Nuestro compañero Athol no es la excepción.

Él se había vuelto loco por una chica que se sentaba enfrente de él ella ni siquiera recuerda su nombre. Esto no lo detuvo, cada vez que tenía la oportunidad de encontrarse en un lugar fuera de clases el la tomaba, averiguó su número de habitación,  su horario de actividades extracurriculares... Estaba enfermo, enfermo de amor. Había algo que lo intrigaba: ¿Quién era la chica con quien siempre estaba? Ella era siempre la acompañaba en la hora del almuerzo, salían de la misma habitación por las mañanas y tenían las mimas clases extracurriculares. Lo único que Athol tenía seguro era que 'esa chica' era su amiga, pero ¿Quién era exactamente?

Por un momento, él decide alejar ese pensamiento y decide dar el siguiente paso.

Ya era su tercera semana en la Academia y no tenía ningún amigo, por lo tanto en la hora del almuerzo se sentaba solo. Ese día Dangond decidió sentarse con Elisabeth y 'esa chica' para poder conocerse mejor.

El momento había llegado: compró su almuerzo y se dirigió en la parte izquierda de la cafetería,  allí estaba ella y su compañera charlando. Y así se acercó a ellas...

Hey chicas, yo... Soy nuevo aquí y no conozco a nadie y realmente no me gustaría comer mi almuerzo solo... Así que... ¿Sería mucha molestia si me siento aquí con ustedes?

'Esa chica' miró a Elisabeth esperando una respuesta, a lo que ella, volteando su mirada a Athol respondió de forma muy pasiva:

— Sí,  sería muy molesto que te sentaras con nosotras, sólo por estas ahí parado me estorbas.

Athol no dijo nada, simplemente se volvió y se sentó en la mesa vacía más cercana que pudo encontrar.

Se sentía decaído, no estaba triste pero se sentía como una persona inservible, alguien sin valor en la vida.

Mientras seguía pensando que no valía más que la cosa más inútil del mundo una voz familiar lo trae devuelta a la realidad.

— ¿Te encuentras bien, Athol?

Al subir la mirada se encontraba una chica con cabello oscuro y ojos oscuros, con lo parecía ser un collar con figuras raras en él,  era Emma Sieglinde una vieja conocida.

— ¿Emma? No sabía que estudiabas aquí— Dijo Athol con una voz seca.

— ¿¡Eh!? ¡Pero si estudiamos juntos en el mismo salón!

— La verdad es que desde que te vi creía que eras tú, pero no estaba seguro si lo eras realmente.

Sus ánimos subían poco a poco

— Si claro... ¿Puedo sentarme contigo aquí?  Tenemos unas cuantas cosas que platicar.

— Adelante — Emma procede entonces a sentarse en la misma mesa de Athol,  acto seguido una chica aparece y se sienta al lado de Emma.

Antes de que Athol pueda decir algo, es interrumpido.

— Arabell Meyer, un placer conocerte, casanova.

— Es mi compañera de habitación... Como puedes se mete en los asuntos de las personas sin permiso— Explica Emma

— Es un plac-— Athol vuelve a ser interrumpido por Meyer.

— ¿Así que te gusta Gwain del 5-B? Mmm, ciertamente la tienes difícil, pareciera que ella solo tiene ojos para la señorita Kites...

— ¡...! Con 'Kites' te refieres a...

Geha inne UngeistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora