Bienvenidos sean a disfrutar de pequeños relatos de terror.
¿Te emociona el terror? ¿Te gusta leer terror por las noches?
¡Entonces que esperas, entra y leé!
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Todo comenzó por la mañana, como de costumbre. Desde la mañana estuve viendo películas de terror. Me acosté alrededor de las 20:00 horas en mi cama. Después de un rato me levante al escuchar la lluvia, camine hasta el patio de la casa, donde se encontraba un árbol frutal, lo curioso es que tiene un palo hueco, sin fondo. Mi mascota ladraba una y otra vez. Trate de callarlo pero no lo hizo, entonces... observo.
Ahí estaba una sombra. Hipnotizada cambien hasta aquella sombra, esta se giró y todo un escalofrió inmenso recorrió mis pies. Entonces, veo aquellos ojos huecos y sus grandes dientes afilados con sangre cayendo de ellos.
Aun hipnotizada y mojada, entre a casa, me dirigí hasta la cocina, tome un cuchillo. Camine hasta la habitación de mi hermano, me acerco a él, llego hasta donde está el y lo apuñalo con el cuchillo. Sin consciencia, camino ahora hasta la habitación de mi hermana, repito lo mismo. Apuñalo a mi hermana.
Por ultimo llego a la habitación de mi hermano pequeño. Entro.
—¿Qué te pasa Elizz? —dice en un tono de ternura y miedo.
—Shh. Iras a un lugar mejor.
Entonces saco el cuchillo y nuevamente repito el proceso y lo mato.
Salgo de la habitación y llego hasta donde están mis padres. Me acerco y entonces mi madre pregunta, —¿Qué tienes hija? ¿Qué te pasa?
Sin temor, ni arrepentimiento, en un movimiento corto su garganta. Mi padre al presenciar la escena, corre. Me acerco a él.
—¿Qué rayos te ocurre? —dice con voz temblorosa y con miedo.
En un trance me levanto y me encuentro en el sillón de la sala de estar. Mi ropa estaba mojada y en mi mano tenía un cuchillo. Me espante demasiado. Me levante y corrí hasta la habitación de mi hermano pequeño para comprobar si era falso o cierto.
Entonces entro, y él estaba dormido. Hice lo mismo con los demás. Por último llegue a la habitación de mis padres. Ellos dormían tranquilamente. Al saber que todo fue una pesadilla, doy un suspiro y dejo el cuchillo en la cocina y me dirijo a mi habitación.
Lo que aun no entiendo es como yo estaba en el mismo estado que en mi pesadilla.
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Bueno está anécdota es corta, pero no quería dejarlos sin una que contar. Bueno esto no me pasó a mi, sino a una amiga.
