☆Una investigación tortuosa☆(Steven Universe y tú)

Capítulo 8: El ayudante

*Advertencia: En este capítulo se revela el nombre de la protagonista. Si te molesta, puedes cambiárselo a tu antojo, o poner tu nombre ;)*

-Toc Toc- escuché decir a Vidalia a través de la puerta- llegó un paquete para ti desde ciudad imperio. Te lo dejaré en la puerta, ¿si?.

-si-si, claro, no te precupes, mami- le respondí, atontadamente y adormilada.

- ¿Ok?- respondió, algo confundida.

Desperté tras el extenso sueño que tuve, gracias al largo día de ayer: Como había predicho, el domingo había sido un día provechoso y disfrutable: Me quedé todo el día en la casa intentando ordenar mi habitación. Claro, para mi no era incómodo, pero, ¿y Vidalia?. Me hubiese encantado fotografiar las caras raras que ponía al ver como iba y venía a su taller, sacando su taladro, pinzas, alicates…

En fin, hoy era lunes y tendría que ir a trabajar(justo a las 12 pm, por lo que todavía estaba a tiempo de llegar), por lo que traté de levantarme lo más rápido posible para bañarme y vestirme con mi uniforme(sí, irónicamente comenzaría a ocupar la tan ridícula camisa de la que me había burlado antes). Pero, justo al salir de la habitación, me topé en la puerta con mi paquete: ¡Eran mis lentes!. Rápidamente, abrí la caja y me dispuse a colocármelos(ya que no tenía más tiempo), pero comencé a marearme y a caerme reiteradas veces.

-“Ahggg, no pensé que acostumbrar mi vista fuese tan difícil”- pensé en mis adentros. La mejor forma para acostumbrarme rápido a ellos, era el usarlos desde el principio, así que tendría que aguantar esa vista durante algunos días.

Finalmente, luego de un arduo trabajo, llegué por fin a la ducha, por lo que me dispuse a bañarme y a vestirme rápidamente.

Luego de mi ducha de 5. 59 minutos, salí y traté de acelerar el paso hasta llegar al comedor: caí múltiples veces.

Ante mi torpe paso, Vidalia me vio y acudió a mi “auxilio”.
-¿Te encuentras bien, querida?- dijo, ayudándome a levantarme- Créeme, no es bueno trabajar con la resaca del día anterior-

-¿Qué?- comencé a reír- es por los lentes-

-¿Lentes?, ¿te refieres a estos?- dijo, para luego recoger mis lentes y pasármelos.

- Gracias- le dije, mientras me los volvía a colocar y a limpiar mi uniforme- Son lo que traía el paquete.

Con ayuda de Vidalia, pude llegar al comedor. Como ya  habían desayunado(muy temprano) en el hogar para despedir a Yellowtail, Vidalia me dejó a disposición su cocina.

-Espera- habló repentinamente, luego de dejarme en la silla del comedor- hice tu desayuno para hoy- y, efectivamente, dejó el plato de waffles en la mesa.

-Yo…, muchas gracias- respondí, algo avergonzada.

-Y que no se vuelva a repetir- Dijo, yendo hacia su taller, mientras me guiñaba un ojo- ¡Que tengas un buen día en tu trabajo- y cerró de un portazo..

Terminé rápidamente de comer y caminé en dirección a mi nuevo trabajo(obviamente con muchos tropiezos). "¿Trabajo?, ¿yo?" la idea de pasar de una niña sumamente holgazana, a ahora una casi adulta que trabaja, no cuadraba en mi cabeza. Traté de caminar lo más rápido posible, para no prestarle mucha atención a distractores. Ahora... podía ver con mucha más claridad: era como ver un programa de esos televisores full hd. Por fin, llegué a mi trabajo(5 minutos antes), y Dewey estaba esperándome en el aparador, dormido.

-¿Se-señor?, ¿está usted bi-
Y Dewey se cayó de la mesa, para despertar y levantarse rápidamente.

-¿Qué, qué cosa?-se levantó, alarmado- ¡Ah, eres tú!, pensé que llegarías más tarde- dijo, “planchándose” la polera y peinándose el poco cabello que le quedaba.