☆Una investigación tortuosa☆(Steven Universe y tú)

Capítulo 2: La llegada

(El narrador cambia a protagonista)

Desperté de golpe ante el bocinazo del conductor. Al parecer, un idiota de auto deportivo le intentaba hacer carreras. Miré el televisor del bus…, quedaban 20 minutos para llegar a ciudad playa. Preparé mis maletas, y me apresuré a llegar a la puerta(ya que la mayoría de personas iban en dirección a Ciudad Mar).
-¡Pare!- grité al chofer, para que pudiese dejarme en la pequeña parada al lado de la carretera. El conductor me miró con una cara de muerte, y abrió las puertas. Tendría que caminar unos… 15 minutos, ya que la ciudad no tenía una estación de buses. Me puse mis audífonos y me dispuse a caminar. La zona estaba bastante vacía, lo cual era raro siendo que, para un inicio de vacaciones, era el lugar perfecto para veranear. Por fin divisé el cartel:“¡Bienvenido a Ciudad Playa!”, por lo que me alegré y me apresuré a entrar.

Al llegar a la ciudad, a pesar de que quería llegar a mi habitación rápidamente, eché un vistazo rápido a las instalaciones y personas: Nada fuera de lo normal, para un pueblito. Pero… algo no cuadraba. Habían…¿personas de colores?, no podía percibirlo bien, ya que sufro de miopía y astigmatismo(recién diagnosticado; mis lentes llegarían algunas semanas después), por lo que pensé que eran ilusiones producto del desenfoque.

Finalmente(y después de revisar reiteradas veces google maps), llegué a la casa donde me hospedaría el primer tiempo:

Era una casa bonita, simple y con un gran garaje, por lo que me aproximé a la puerta e intenté tocarla.
Una. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Seis veces, en un intervalo de exactos 5,3 segundos, y nadie contestó, por lo que me dispuse a sentarme en el porche a esperar.
-¿A caso me equivoqué de lugar?- pensé, luego de parecerme una situación muy extraña la que estaba ocurriendo, ya que me había puesto de acuerdo con la dueña de encontrarnos en esa hora justa.

De repente, escuché unos ruidos estruendosos de latas provenientes de la cochera, por lo que aproveché la oportunidad y me aproximé a tocar el latón de la puerta. Los ruidos se detuvieron, y unos pasos se escucharon alejarse. Después de un minuto, apareció una mujer de test blanca, con algunos años de edad, apuntándome con una escopeta.
-¡¿Quién eres y qué haces en mi casa?!- Gritó de forma amenazante
-¡Só-sólo vine por lo de la habitación!, ¡No me mate por favor!-exclamé, alzando los brazos en forma de rendición.
-¡Oh!-dijo la señora, para luego tirar la escopeta hacia un lado- ¡Discúlpame querida!, se me había olvidado que llegarías a esta hora. Estaba trabajando en mi taller, por lo que no debí de haberte escuchado. Ven, ¡Adelante!-
Entré por el gran garaje, todavía en shock por la inminente amenaza que había recibido. Observé que, efectivamente, sí era un taller: Todo el lugar estaba repleto de hermosos cuadros con un realismo bastante explícito, la mayoría de una bella mujer morada…
-Su imaginación es excelente- Le dije a la mujer
-¡Oh!, todo es gracias a mi amiga. Es mi máxima inspiración.
Nos adentramos por la casa, hasta llegar a unas escaleras.
-¡Disculpa por la mala introducción!, soy Vidalia, un gusto. Tú debes ser la chica que se quedará el verano entero por estudios, ¿cierto?, aunque imaginé que serías un poco más mayor.
-Oh sí, estudiaré en la Great Sea University de Ciudad Océano-
-Escuché que es difícil entrar ahí. Debes de ser muy inteligente. Espera, te ayudaré con estas maletas- y, efectivamente, tomó dos de las tres maletas que llevaba(una de las que se acarreaba y la mochila). Luego, subimos y Vidalia me llevó hasta mi habitación.
-Espero no te incomoden los posters. Intenté limpiar lo máximo que podía, pero ya entenderás que es difícil limpiar toda la habitación de un adulto joven- me dijo, un poco apenada por el escenario-
-No se preocupe, igual dentro de un mes me iré-
-Lamento que no puedas quedarte todo el verano. Mi hijo volverá de su gira dentro de esas fechas y tienen todo programado…, bueno linda, la cena estará lista en unos minutos, por mientras acomódate y siéntete en casa. Cualquier cosa no dudes en avisarme.
-¡Gracias!-Dije, para luego llegar a la cama y tirarme encima de ella. El camino había sido largo y frustrante, por lo que me estiré en la cama y comencé a ver la pared. Aprecié la habitación: Espaciosa, llena de posters, y un gran escritorio. A pesar del gran lugar, definitivamente no me iba a servir para mi investigación(apartando el hecho de que estaría temporalmente ahí), así que luego tendría que buscar un lugar dónde poder colocar mi "sector de trabajo"
Mientras pensaba, escuché un crujido en la puerta
-¿Hmm?-
Traté de ignorarlo y seguí reflexionando. Pero, nuevamente, el crujido se volvió a escuchar. Sin decir nada, dirigí directamente mi vista a la puerta, a lo cual vi a un ¿niño? Bastante bajito, que me miraba fijamente(sin pestañar) lo cual me asustó. Luego el chico, al darse cuenta de que había notado su presencia, salió corriendo inmediatamente, desapareciendo de mi vista.

¿Quién era este niño?