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Su cabello rubio y todavía largo se balanceaba de un lado a otro mientras saludaba a cada perdedor. Cuando llegó al lugar de Richie ambos se miraron por unos instantes que para Eddie significaron una eternidad.
Finalmente Richie rió y ella siguió su gesto.

-Pareces un perro labrador viejo -dijo ella con una risilla al observarlo mejor después de abrazarlo.

-Y tú la abuela de Barbie.

-Beep-Beep, Richie -dijo Mike un tanto incómodo.

Bill se había levantado cuando los demás estaban hablando. No sabía de qué, pues no escuchó ni una palabra.

Sólo tomó a Stan del brazo y se alejó con él, deteniéndose a un lado de las escaleras que dirigían a las habitaciones. El tacto de Bill hizo que se le erizara la piel y maldijo para sus adentros.

-¿Es verdad lo que d-dijo Beverly?

Stanley mantenía la mirada en sus zapatos. No tenía ni la menor intención de hablar de ello. Lo peor es que seguía pensándolo. Temía equivocarse, quizá su destino había sido terminar con su vida en ese baño; ahora que la visión de la pelirroja había cambiado el futuro era aún más incierto.

Bill puso una mano en su hombro y fue difícil evitar mirarlo.

-Sabes que sí.

-Stan, no p-puedo creer que s-siquiera hayas pensando en... -Bill se interrumpió para acercarse aún más.

-Pero no pasó nada. Tú llamaste a tiempo y eso fue todo -Stan sólo pudo sonreír con vergüenza y volver a bajar la mirada.

Se estaba derritiendo debajo de su mano, tan fuerte sobre su hombro. ¿Acaso Bill sabía el efecto que tenía en él? Estaba seguro de que no se daba una idea.

-¿Quieres que n-n-nos vayamos a otra p-parte? -Bill había regresado su mano al bolsillo, dejando a Stan con una sensación de vacío.

"Piensa en Patty" se repetía Stanley por dentro. "Maldición, sólo piensa en ella. No hagas nada estúpido"

-Sí.

Se fueron fugazmente por la puerta principal sin siquiera avisarles a los demás. Ciertas cosas requerían ser hechas por pura corazonada y sin explicaciones.

~~~

Podrían haber usado un auto, pero no sabían a dónde irían y la noche estaba demasiado agradable para desperdiciarla.

Caminaban a paso lento y observaban todo a su alrededor. Pequeños adultos recorriendo el pueblo maldito de su infancia, viejos amantes.

Tiendas cerradas, algunas nuevas. Suelo bastante limpio para pertenecer a Derry. Lucía algo distinto pero el antiguo aroma dulce de ese verano, demasiado característico para olvidarlo, seguía allí.

Ambos tenían mucho para decirse, sin embargo ninguno supo cómo empezar. Stanley era el más directo, pero ahora temía abrir la boca. Decir lo que sentía sería estúpido, sin embargo, el silencio se hacía cada vez más insoportable.

-Bill, yo...aún hay cosas que no recuerdo con mucha claridad, no sé si me entiendes.

Denbrough levantó el brazo y señaló una tienda que parecía hacía tiempo llevaba cerrada. Los vidrios estaban marrones por la suciedad y había un cartel grande que decía "en venta".

-Allí solíamos ir a tomar helados luego de la escuela. Decías que el helado era necesario para funcionar luego de un largo día de estudio, aunque cada vez que veías a Richie con Eddie allí preferías no entrar.

Heroes ||REDDIE||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora