Trance

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Zoé y yo nos encontrábamos bajo aquel hermoso espectáculo nocturno que nos acompañaba en aquella escena tan placentera pero tan inquietante. En ese momento era inevitable no sentir varias emociones, pero también tenía que respetar mis sentimientos, como los de ella.

Me dejé llevar por la corriente que traía el momento, pero decidí ponerle fin a esto.

Culminé aquel beso que había creado un calor semejante al del fuego, un estallido de supernovas y una confusión interminable para el momento.

Separé mis labios con los de ella, y tomé cierta distancia mirándola atónito.

—Zoé, no... No es bueno que hagamos esto. —apenado le dije.

Steven yo... ¿Por qué no es bueno?

Era entendible de que Zoé estuviera confusa por mis palabras, podía notar un gesto de preocupación en su rostro.

—No es bueno porque los dos sabemos lo que sentimos, agradezco tus bonitos sentimientos hacia mí pero...

—¡No Steven! —interrumpió.

La mirada de Zoé, aquella mirada de peso y decepción gobernaban sus ojos.

—Sabes más que nadie lo que siento por ti, ¡Tú lo sabías! Pensé que por eso, esto sería una oportunidad para los dos... ¿Por qué no me detuviste entonces? —Zoé seguía quejándose, desahogando lo que guardaba por dentro.

—Pero escucha, no confundas las cosas Zoé.

—Nada Steven...

Aquel momento de deseo y cariño, pasó a convertirse en decepción y discusión. Una lágrima recorría la mejilla de Zoé.

—Pensaba que si sentías algo por mí, pero que no querías demostrarlo aún —se secó la lágrima con la manga de su suéter.

—Zoé por favor, quédate tranquila, discúlpame por esto y si te hice pensar cosas que no son y... —tenía la mente nublada, me arrimé el cabello que se interponía en mi rostro para atrás.

Las perfectas palabras que hubiera deseado que estuvieran presentes no estaban, no sabía que decir.

Hubo un breve silencio...

Perdóname Steven, disculpa si te hice sentir incómodo, es lo que menos quería —musitó con una voz quebrada mientras miraba los reflejos de la luna en el lago.

—No Zoé, discúlpame tú a mí, me fastidia no poder corresponderte y quererte como se debe.

—¿Sabes Steven? No es necesario que digas eso, la realidad es ésta, tus lamentaciones no servirán de nada. Ya tienes claro tus sentimientos hacia mí y yo no puedo hacer nada para cambiar eso, no te preocupes...

Esas palabras tan realistas y sabías me dieron una bofetada.

Zoé tenía mucha razón, decir palabras sin coherencia con los hechos no iba a servir de nada, así que solamente me decidí a ver el lago y las estrellas junto con la luna, que aún seguía brillando tan espléndidamente mientras un profundo silencio entraba en acción.

No nos dijimos más nada, se escuchaban algunas melodías de insectos a nuestro alrededor, al menos el firmamento nocturno lograba tranquilizarme un poco, aunque ya el silencio me estaba poniendo un poco extrañado y decidí armarme de valor para voltear a verla junto con unas palabras que le iba a dedicar.

—Mira Zoé yo... ¿Pero qué demonios?

Zoé no estaba.

Lleno de confusión por el momento, decidí voltear a todos lados, todo parecía estar en su lugar pero no me explicaba por qué Zoé de un momento a otro ya no estaba conmigo.

Intenté levantarme pero sentía algo que no me dejaba moverme con libertad.

Cuando por fin logré ponerme en pie, elevé un poco mi voz para llamarla, pero no tuve respuesta alguna. No creo que ella se haya ido por ahí, de paso no sentí sus movimientos cuando estaba sentado, me fuera percatado de todo pero no.

De repente todo comenzó a quedarse en pleno silencio, ¿Qué estaba pasando?

Algo no cuadraba, y creo que ya había encontrado una respuesta no tan agradable. ¿Quién era aquella persona que estaba a tan solo unos árboles de distancia?

Alguien estaba ahí, viéndome fijamente supongo.

—¡Hey tú! —intenté entablar algún diálogo con aquella persona—. ¿Quién eres?

Pero no recibí respuesta alguna.
Estaba ahí parado sin ejercer movimiento alguno.

—¿Qué demonios hiciste con Zoé? —hice una pregunta muy precipitada a mí parecer.

Nuevamente me regaló un silencio como respuesta, pero esta vez comenzó a caminar hacia mí hasta avanzar un poco pero deteniéndose, dejándome ver claramente algo que me aterrorizó.

No podía creer lo que mis ojos veían, ¡Era aquel hombre de túnica negra que veía en esos sueños!

No podía ser real, ¿Entonces todo esto era un sueño o qué? Pero aquel hombre comenzó a caminar hacia mí, la capucha que éste poseía me dificultaba ver algo de su rostro.

Intenté alejarme pero mis pasos eran pesados y él era más rápido que yo, pero luego comencé a escuchar una voz, una voz que pronunciaba mi nombre repetidamente.

Aquella figura estaba cada vez más cerca de mí, y yo nada más lo que podía hacer era ponerme firme y prepararme para alguna pelea física o despedirme de todo y esperar que lo peor llegara.

Pero todo cambió...

Estaba sentado, donde tuve aquella discusión con Zoé, y sentía una mano en el hombro que estaba tocándome desesperadamente, era ella.

—¡Steven! ¿Estás bien? ¡Reacciona! —me empujaba y pegaba con pequeños golpes repetidamente.

La miré, y su rostro cambio de ser uno de preocupación a ser uno de tranquilidad. Yo miré lo que me rodeaba confundido.

—Estas aquí Zoé... —dije.

—¡Por supuesto que estoy aquí! ¿Qué ha pasado? De repente te vi y no hacías nada, simplemente estabas mirando a la nada.

—¿Qué? Pero... —me lleve la mano a la nuca—. No es nada, tranquila.

—¿Cómo que nada?

Zoé me miraba raro.

Solo quiero irme a dormir —me levanté y luego miré a Zoé—. Creo que deberías hacer lo mismo.

Adelantate, yo me quedaré un rato aquí, buenas noches.

—Esta bien, buenas noches Zoé.

Me dirigí a la tienda de campaña y entré en ella, me puse algo cómodo, listo para dormir, no sin antes pensar en todo lo que había pasado.

Parecía una especie de sueño pero en la realidad, vi a aquel espeluznante tipo pero al otro no lo vi, me parecía muy extraño todo, y después todo cambió y estaba en el mismo lugar como si nada hubiera pasado, interesante...

Sólo espero que mis pesadillas no se estén haciendo reales.

¡Buenas queridos internautas!
🌠

¿Qué tal les ha parecido este décimo capítulo? Interesante ¿No?

Da un poco de lástima con Zoé, sé que puede ser un poco cruel pero a veces las cosas no pueden salir como 💤 quisiéramos que salieran, internautas, no quiero que esta historia sea simplemente de entretenimiento, sino que también sea de aprendizaje en el buen sentido. Veamos que ocurrirá a partir de ahora.

Les deseo un feliz día, tarde o noche pequeños internautas, ¡Cuídense! ❤







Calanjhur. Otoños de rojo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora