CAPÍTULO 6

27 5 3
                                    

MELANIE

Dejo la sombra de Matthew atrás y voy directa a la piscina para recoger mis cosas. No sé qué coño le pasa al chaval ni por qué actua de esa manera cuando lo único que he hecho es preguntarle que le pasaba. Ahora realmente pienso que es un auténtico idiota.

Me duele el brazo y pequeñas motas de sangre que apenas se aprecian corren por mi piel. Tengo claro que lo quiero lejos de mí, que no se acerque a menos de un metro de distancia. Está loco cogiéndome de esa manera y sobretodo después de decir que me conoce más de lo que creo. Pienso que es un maníaco obseso con personas. Sí, eso debe de ser para estar a punto de lastimarme más de lo que estoy.

Sigo la dirección hasta que llego al pie de mi hamaca, Jane se encuentra tomando el sol en la de al lado. Se vuelve al notar mi presencia.

-Oye ¿dónde diablos estabas?

Pues gritándole a tu animal de primo que se alejase de mí por hacerme daño.

-En el baño -estiro mi brazo para recoger mi toalla y mi pequeña mochila.

-Vale... ¿qué haces?¿dónde vas? -se sienta en un lado de la hamaca observándome.

-A casa, me voy a casa -respondo. Solo quiero irme y no volver a ver la cara de ese estúpido.

Ando hacia la salida ignorando la situación en la que me encuentro, pero mi amiga me toma del brazo dañado y al verlo suelta un leve quejido por la impresión.

-Mell... esto es... ¿cómo te has hecho esto? -lo observa con detenimiento- ¿quién ha sido?

Está preocupada esperando a que le conteste.

Estoy por responder que ha sido el descerebrado de Matthew, pero prefiero callármelo. Ella ya tiene suficiente en su vida como para aguantar y reprocharle a su primo por mí. Creo que es mejor irme y no montar un drama.

-Me he caigo junto a la cerca del parque y me he clavado algo, pero no es nada no te preocupes.

Pareceré estúpida al no decirle que Matthew me ha hecho daño, pero yo soy así. Suelo huir de los dramas, ya hay muchos en mi vida para que entre otro más. Principalmente si se trata de un chico como él.

-Melanie tienes sangre -levanta una ceja a modo oficial.

-No es nada enserio.

-En mi apartamento hay un botiquín para curarte, vamos.

-No hace falta...

-Cállate y subamos -pone un dedo sobre mis carnosos labios- sin rechistar.

No, no, no. No quiero toparme con él, solo rezo para que no esté. Porque la verdad si necesito curarme esto antes de que se ponga peor.

-Mell hay que ser muy torpe para caerte así -niega con cabeza sin llegar a creer el grado de torpeza que puedo alcanzar. Pero por primera vez algo no ha sido causado por ella.

-Ya ves, parezco un pato mareado.

-Al salir a la calle o fuera de la academia sí, dentro eres diferente o al menos te centras en hacer las cosas bien.

-Supongo que tienes razón.

en cierto modo es verdad, dentro de algún lugar importante que puede llegar a afectar en mi futuro soy de lo más formal posible.

-Siempre la tengo querida -luce sarcástica.

-Tauro... -no puedo evitar resoplar.

-¿Cómo dices?

-Que las tauro siempre llevan la razón.

-Amiga sigo sin pillarte .

-Es una cosa que tenemos Sophie, Leila y yo. Estamos obsesionadas con el horóscopo - explico.

FakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora