|26|Felices tres dias sola, otra vez.

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✘26. -Felices tres dias sola, otra vez 

Despierto y lo primero que siento es mi resaca. Ya que anoche, después del beso que tuvimos Alex y yo, bebí más de la cuenta.

Me levanté y bajé para tomarme dos aspirinas con agua.

Subo a mi habitacion otra vez y miro el reloj.

14.57

¿Mis padres? Tengo hambre.

Me ducho rapidamente y me visto. Una falda negra con ondulaciones, más arriba de las rodillas, una camiseta un poco transparente, por debajo de la falda y mis Vans negras.

Bajo y voy a la cocina.

-¿MAMA?¿ PAPA?

Voy a la nevera y veo un post-its pegado con un imán y algo escrito en él.

'Tuvimos que marcharnos pronto por culpa del trabajo. Lo siento, cariño. Sé que es muy duro para ti todo esto. Volveremos en tres días. Te queremos, mamá y papá'

Suspiré.

-Genial. Otros tres dias sola en esta maldita casa grande. -susurro para mi.

Abro la nevera y me preparo el desayuno.

Escucho un ruido super molesto. Agh. Por favor que alguien apague eso.

Seguí comiendo. La bocina (el claxon) del coche seguia pitando.

Joder. ¡Mi cabeza!

Me levanto de mal humor de la mesa y abro la puerta.

Veo un coche rojo pitando.

-¡JODER! ¡PARA YA LA MALDITA BOCINA O TE DEJO SIN TU MINÚSCULO PENE!-grité mientras distinguia a un chico dentro del coche, para después cerrar la puerta de un portazo.

La bocina paró.

Genial.

Paz.

Me senté a terminar mi desayuno.

La bocina otra vez.

Solté la tostada en el plato y voy a la puerta, dirigiendome al coche.

Toco dos veces la ventanilla para que la baje. Lo hace.

Un chico de unos 20 años. Pelo negro caido sobre la cara de una forma relativamente sexy. Ojos marrones y labios carnosos.

-¿QUE COÑO TE PASA A TI?

El chico sonríe.¿ Y a este qué le pasa?

-Hola nena.

-¿Solo sabes decir hola nena o que?-digo con mi voz un poco más calmada.

-¿Me das tu numero?-dijo con su sonrisa de engreído. Agh. Que asco me da.

-No estoy de humor. La cabeza me va a explotar. Y tu constante pitido me esta molestando. Mucho. Muchísimo. Asi que como vuelvas a tocar esa maldita bocina, te la comes.-le dije mientras le apuntaba con mi dedo índice.

Dicho esto, me fui.

Doy cuatro pasos y oigo la maldita bocina.

Mi cabeza duele mucho más, ahora. Por culpa de ese gilipollas.

Doy un giro y camino hacia la puerta del conductor.

Baja la ventanilla.

-¿Me das tu numero?-dice con su sonrisa de dientes blancos.

Sonrío falsamente, mientras, segundos despues, el chico se encuentra retorciendose de dolor y sus manos van a su nariz, que fue golpeada contra el volante.

Mi mayor error fue enamorarme de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora