|37| La huida.

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✘37.-La huida.✘

Demasiado, diría yo. Ahora mismo, si se inclina un milimetro más, puede besarme. Pero no. No lo va a hacer.

Reacciono y le empujo.

-¿Qué mierda estas haciendo, Bieber?

Vuelve a pegar su cuerpo con el mio y me coje de las muñecas mientras las apoya a cada lado de mi cara.

-¡Sueltame!

Sin respuesta.

-¿Que me sueltes!-digo moviéndome.

Sigue sin hablar.

Me desespera demasiado cuando la gente no me responde. Es que tiene una zapatilla en toda la cara, que vamos. Le quedaría perfecto.

Empieza a chupar mi cuello.

Me muevo bastante, para hacer enfadar al gran Dios Griego Justin Bieber, señores.

-¡Estáte quieta, maldita sea!

-¡Vete a la mierda!

-¿Me guías?

-¡Que te den, Bieber!

Me soltó. Le empujé.

-No vas a tocarme. Ni siquiera te atrevas a besarme. Si estás caliente, utiliza tu mano. O mejor, llama a una puta.

Al acabar de decir eso, entré y pegué un fuerte portazo a la habitación de Justin.

Dios...

Apuesto que mi vida aquí va a ser muy pero que muy dura.

Me encamino hacia el armario y lo abro. Echo una ojeada, y cojo una camiseta blanca, que me llega hasta la mitad del muslo, y uno de sus boxers. Ya se. Mucha confianza, ¿no? Pues sí. Además, no pienso ponerme las bragas del otro día.

Quiero ducharme.-pienso.

Entro al baño de Justin, y cierro la puerta. Abro el grifo y me meto dentro. Despues de estar 25 minutos, salgo y me doy cuenta de que no tengo toallas. Perfecto.

Me escondo detras de la cortina, y empiezo a gritar el nombre de Justin.

En menos de un minuto, Justin aparece en el baño asustado.

-¿Estás bien? ¿Qué ha pasado?

-Emm.. nada.. yo...quería una toalla.

Sale del baño y vuelve con una toalla, me la deja, y se va.

Raro. No ha hecho ningun comentario pervertido u obsceno.

Me seco, salgo de la habitacion y me pongo los boxers de Calvin Klein, blancos, y la camiseta blanca larga de Justin. Que por cierto, huele a él.

Me seco el pelo con la toalla y, aunque está un poco humedo, lo dejo suelto.

Bajo abajo.

No veo a Justin. ¿Dónde está?

Voy a la cocina y abro la nevera. No veo nada que me apetezca, asi que comienzo a abrir los armarios.

Me entra el sueño y me estiro, extendiendo los brazos hacia arriba.

-Asi que mis Calvin Klein, eh.

Como no. Tuvo que aparecer él, y destruirme mi felicidad.

-Piérdete.

¡Oh! Galletas.

Cojo el paquete y me voy al salón a ver dibujos. Justin me sigue, sentándose en el sofá conmigo.

Mi mayor error fue enamorarme de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora