Estoy entrando en un colapso mental en este momento, he pasado los últimos cuarenta minutos intentando buscar algo lindo que ponerme para ir a reunirme con Charlie esta tarde. Oh más bien, para estar preparada para mi cita o lo que sea que vaya a tener con Camille.Siento que no tengo nada sorprendente en mi armario, tal vez deba usar un vestido, sin embargo no puedo ser tan obvia, solo quiero que ella me vea bonita, no que se de cuenta que me he arreglado mucho solo por ella.
Lo cual es cierto, pero no necesito que su ego rondando.
Me siento en una esquina de mi cama observando el enorme desorden que hay por todos lados, suspiro y sigo buscando entre todo el mar de ropa.
Luego de unos veinte minutos, por fin me decido por un pantalón negro ajustado y un jersey rojo con lindos encajes en las mangas acompañado de mis botines preferidos color café. Ato mi cabello en una coleta sacando con mis dedos dos pequeños mechones de mi rojizo cabello que caen a los costados de mi frente. Aplico rímel en mis pestañas y lápiz labial rojo a mis labios, para resaltarlos. Observo mi reflejo en el espejo y me doy cuenta que es demasiado, no me veo nada casual, cualquiera pensaría que iría a una fiesta, así que me deshago del labial rojo de los labios.
¡Perfecto!
Bajo las escaleras a toda velocidad y me encuentro a mamá sentada en el sofá de la sala con los pies sobre la pequeña mesa justo enfrente. Lleva puesto uno de sus elegantes trajes de negocios y tacones negros altos. Sus ojos están cerrados y su pelo rojizo esparcido por todo el sofá, se ve tan relajada y tan tranquila que temo despertarla de algún modo.
Me muevo sigilosa rodeando el sofá, camino unos metros en total silencio, sin embargo pronto escucho la voz de mi madre hablarme detrás de mi.— ¿A dónde vas?
— Cómo ..?
—Llevas perfume- explica.
Volteo para enfrentarla pero curiosamente permanece en la misma posición y con sus ojos aún cerrados.— ¿Acaso no piensas decir nada? ¿A dónde vas Elizabeth?- pregunta esta vez abriendo sus párpados y dirigiendo su mirada expectante hacia mi.
— Iré a casa de Charlie, su madre me invitó a cenar esta noche- miento
— Que extraño, Denise siempre me llama antes de una invitación, ¡no puedo creer lo descortés que se ha vuelto!- exclama mamá levantándose de el sofá y dando varios pasos hacia mi.
— Tal ves, solo .. lo olvidó esta vez mamá. La madre de charlie es una mujer ocupada- me encojo de hombros.
Odio mentir, pero de otra forma estoy segura que no me dejaría salir de casa.
— Seguro - dice, al parecer ya convencida — Te quiero en casa antes de las diez jovencita -murmura con exigencia y camina al compás de sus caderas hacia su habitación.
Dejo salir el aire que no sabía que tenía retenido y salgo de casa.
¡Eso estuvo cerca!
Debo planear mejor mis excusas si no quiero que mamá se enteré de mis mentiras.
Camino hasta la cafetería que está a unas seis cuadras de casa, miro mi teléfono para ver la hora "Cinco y cuarto ". Todavía faltan cuarenta y cinco minutos para reunirme con Charlie, aún así camino con algo de prisa debido al frío que hace afuera, debí pensar en traer un abrigo.
Me apresuro a entrar en "Le monde " mi cafetería favorita de la zona. Tan pronto como entro en el local, el delicioso aroma a chocolate caliente invade mis fosas nasales guiándome hasta el mostrador para realizar mi pedido.
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Camille
RomanceElizabeth a los quince se dio cuenta que realmente le gustaban las chicas sin embargo nunca le gustó nadie tanto como su adorada Camille , el ser más hermoso que Elizabeth alguna vez había visto Su "amor platónico ". Pero pronto llegó el momento...