[15] Sensaciones Extrañas《Especial》

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《CAPÍTULO QUINCE》

《CAPÍTULO QUINCE》

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Rowan ignoró el dolor en su pierna poniéndose de pie de un salto, arrugó su entrecejo y retrocedió cuatro pasos. Ese hombre no le daba buena espina, sabía que habia visto ese rostro antes pero no recordaba de dónde.

—¿Y usted quién es?—Cuestionó desconfiada.

—Soy Phill Jackson—Soltó aire por la nariz y se acercó a Rowan a pasos lentos—Trabajo con el Laboratorio CEIC. Rowan, no tienes porque temernos, nosotros no queremos hacerles daño, lo único que queremos es una cosa.

Todo se había quedado en silencio. Aún así Rowan sentía miedo, presentía que estaban mintiendo, tanto como Evan y Phill podrían estar mintiendo.

—Yo solo quiero irme de aquí.—Alarmó retrocediendo lentamente hasta que su espalda chocó contra la pared.

—Rowan, tú y los demás serán libres pero necesitamos su ayuda para...

—¿Para qué? Para obligarnos hacer cosas malas, para tratarnos como malditos objetos ¡Yo quiero mi libertad! ¡Yo merezco tener la libertad!— Angustio entre lagrimas—Merecemos la libertad—Murmuró mirando fijamente hacia el suelo, sentía sus párpados pesados y el dolor aún persistía.

—Eso lo sé Rowan, todos merecen tener la libertad pero para eso deben hacer algo, ellos aún siguen ahí, Felix y sus perros falderos saben de sus existencias.—Aclaró Phill con enojo.

—¿Y quién es Felix?

Evan miró a Phill con preocupación, rascó su cuello y se acercó a Rowan.

—Felix, él fue quién atacó el laboratorio CEIC, por suerte llegamos justo a tiempo y logramos encontrarlos antes que ellos.

Rowan al escuchar las palabras de Evan, sintió un poco más de tranquilidad pero aún seguía esa espina que le decía que no debía confiarse del todo.

—¿Y qué se supone que vamos hacer nosotros?—Farfulló Rowan, dirigiéndose a Evan.

—Estar bajo nuestro...

—¡No! ¿Qué les pasa?—Encolerizo, mirándolos con odio. No iba a volver a permitir que le arrebataran nuevamente su libertad, no lo iba a permitir, esta vez no.

Phill miró a Evan con ojos de súplica, sabía que él era la única persona que podía con Rowan, al fin de cuentas es uno de ellos. Evan pasó la lengua por sus labios y cerró sus párpados, soltó aire por la boca, provocando que los mechones de cabello oscuro que le caían sobre la frente se movieran un poco.

—Phill, será mejor que todos estén aquí, pide que los traigan.—Consejo Evan, de manera pacífica.

Phill puso los ojos en blanco y caminó hacia la puerta, miró sobre su hombro a Rowan y salió de la habitación.

La Mirada De Rowan © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora