[11] Idea Extraña

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Capítulo Once

Capítulo Once

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Adrien se encontraba sentado, con la espalda apoyada sobre el asiento y sus pies encima del escritorio. Jugueteaba con un lapicero entre sus dedos, el lapicero se zafó de sus manos, maldijo y se agachó para tomarlo pero en el momento en el que se inclinó los lentes se le cayeron al piso.

—¡Maldición! ¡Toda mierda se cae!—Exclamó de mala gana, recogiendo los lentes y el lapicero, cuando regresó a sentarse cómodamente en el asiento, miró hacia el frente y se sobre salto.

—¡Mierda! ¿Porqué no tocas la puerta, Charl?—Arrugó su frente, ocasionando que pequeñas arrugas se formaran en su rostro.

El rostro rostro Charl reflejaba descondertanción, sus ojos estaban bien abiertos, las manos las llevaba metidas en los bolsillos de su bata. Soltó aire por la boca y se acercó hasta quedar frente al escritorio. Adrien solo se dedicó a mirarla con detenida cautela.

—¿Porqué los tratan así?—Soltó, abrumada. Charl no podia quitarse de la cabeza la imaginen de esos hombres golpeando a Rowan y a Crew, como si fueran animales, ni a los animales se les debe tratar así. Eso la había dejado desconcertada.

Adrien frunció el entrecejo, no sabía a qué se refería Charl. Relamio sus labios, se enderezó en el asiento y enarcó una ceja.

—¿Qué quieres decir?

—Son unos mounstros, son solo niños, no merecen ese trato.

Adrien entendió de quienes se trataba.

—Los únicos mounstros aquí son ellos, Charl.—Contestó con total tranquilidad, colocando nuevamente los pies sobre el escritorio.

—Los monstruos son ustedes ¡Son ustedes! Los lastiman y tratan como objetos, sin piedad, ellos sienten, tienen sentimientos, son solo niños.—Charl miró horrorizada a Adrien. En serio no creía lo crueles que eran con ellos.

Adrien bufó, se colocó de pie y rodeó el escritorio para quedar frente a frente con Charl, la miró por unos segundos y volvió a bufar.

—¿Sabes a cuantas personas han matado esos niños? No tienes idea, a ellos no les interesa lastimar a alguien, así que a nosotros tampoco nos interesa darles un trato de cinco estrellas.

—¡Porque ustedes los tratan como mierda! ¿No será por eso?—Gritó Charl, mirando fijamente los ojos de Adrien, con rabia.

Adrien rodó los ojos.

—Ay, Charl—Adrien frunció los labios—, 012N, 013N y 01B no son tan humanos, ¿De qué te preocupas? Además, a ellos tú vida les vale una sandía ¿Lo entiendes? Si los dejáramos ya te hubiesen matado hace mucho tiempo, y no estarías aquí reclamando el trato que se les da, estarías en el infierno maldiciendo la existencia de ellos.

La Mirada De Rowan © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora