Parte sin título 130

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EMBARAZO (dolores del...) 

Si bien el embarazo suele ser alegre y enriquecedor, también puede provocar temor por sus inquietudes secretas, sus dudas, sus miedos y sus angustias, especialmente cuando es la primera vez. Estos sentimientos no expresados hallarán una manera de salir si, como futura madre, no soy capaz de expresarles verbalmente. A veces puedo tener la sensación de que los retos por aceptar son tan grandes con relación a lo que soy capaz de tomar que inconscientemente puedo rechazar al niño. He aquí algunos ejemplos de dolencias que pueda vivir durante el embarazo: ardores de estómago me indican una dificultad en tragar la realidad de lo que sucede; el estreñimientorevela mi miedo a soltar, que intento guardar las cosas como son ahora aunque sepa que la llegada de un niño conlleva cambios mayores en mi vida; un nervio ciático doloroso manifiesta mi miedo a ir hacia delante, en la nueva dirección que me trae la vida, una diabetes gestacional es la consecuencia de la tristeza que vivo durante este período. También puede que esté descontenta, que tenga miedo de vivir rechazo al ver cómo cambia mi cuerpo y que desee que cese el hecho de estar "gorda o embarazada". Aprendo a tener confianza y acepto que tengo todos los instrumentos necesarios para poder vivir esta maravillosa experiencia en la alegría y la armonía.

EMBARAZO (problemas en el)

Entre los problemas del embarazo más comunes están las y los . Véanse estas palabras teniendo en cuenta que dichos problemas representan temores asociados con la próxima llegada del bebé.


EMBARAZO (...prolongado)

Cuando se prolonga un embarazo más allá del período habitual, como madre, puede que desee inconscientemente seguir llevando a este hijo lo más tiempo posible, apreciando este estado en que siento a mi hijo en seguridad y en el cual el vínculo entre madre e hijo es tan fuerte. Quiero guardarlo "protegido de la intemperie" de la vida de cada día. Puede que tenga miedo de estas responsabilidades nuevas que me esperan con este nuevo hijo que va a nacer. ¿Estaré a la altura de la situación? ¿Esto cambiará algo en mi vida de pareja? ¿Seré buena madre? Mis inquietudes de cara a este nacimiento pueden hacerme retrasar la llegada del hijo. Puede también que mi hijo se sienta tan bien en este entorno tranquilizador que quiera quedarse en él el tiempo máximo posible. Entonces puedo entrar en contacto con su aspecto divino, confortarlo, asegurarle que haré todo lo que me es posible hacer para cuidarme de él, que seguiré amándole y que tengo prisa de tenerle en mis brazos. Debo desapegarme de mi hijo y convencerme de que tiene todos los instrumentos necesarios para afrontar los retos que encuentre. Necesita únicamente mi amor y afecto.


EMBARAZO – ECLAMPSIA 

Al final del embarazo, puede ocurrir una eclampsia que es una afección grave caracterizada por convulsiones asociadas a una hipertensión arterial. Suele producirse en la mujer que vive su primer embarazo. Es similar a una crisis de epilepsia, caracterizándose por una pérdida de consciencia, una rigidez de los miembros seguida de convulsiones. La eclampsia me alcanza si soy una mujer que, por inseguridad o culpabilidad, rechaza el embarazo o todo lo que puede representar la llegada del hijo. También puedo vivir rencor para con mi cónyuge porque lo hago culpable y responsable del embarazo. En otros casos, puedo ser yo quien, como madre que al tener dificultad en aceptar dar inminentemente a luz a mi hijo, voy a rechazarme, sintiéndome incapaz de asumir mis nuevas responsabilidades. Aprendo a mirar la llegada de mi hijo con una actitud positiva sabiendo que tengo todo lo necesario para ayudarle a caminar.


EMBARAZO – ECTÓPICO O EXTRA – UTERINO (G.E.U.)

Se considera que un embarazo es extrauterino (también llamado ECTÓPICO) cuando el desarrollo se lleva a cabo fuera de la cavidad uterina. Normalmente, después de la fecundación el huevo se dirige al útero para crecer, pero en este caso el mecanismo se altera y el huevo sigue su desarrollo en la trompa, donde fue fecundado.

Este problema indica una indecisión, ya sea por parte del alma de ese futuro niño o de la futura madre. Es muy posible que esta indecisión sea mutua. Sin embargo, la madre que duda se siente culpable porque utiliza un medio que puede acarrearle complicaciones graves. En general, todo esto sucede de un modo inconsciente. Este tipo de embarazo puede sucederle a una mujer que decide tener un hijo para complacer a otra persona o para que la quieran, aun cuando el embarazo esté momentáneamente fuera de sus límites.

Debes darte el derecho de tener límites y temores. Si descubres que tener un hijo en este momento es demasiado para ti, te sugiero que hables con el alma de ese bebé y le confieses lo que sientes, sabiendo que se trata de tu cuerpo, de tu vida y que tienes derecho a tomar las decisiones que quieras. De cualquier modo, tú sola asumirás las consecuencias. El hecho de imponerte un embarazo no deseado es más nocivo para ti que no tener hijos. Si después quieres uno, siempre será el momento de tenerlo.

Un embarazo ectópico se desarrolla afuera de la cavidad uterina. En este caso, puede que como madre, viva una angustia frente al parto y que me inhiba de procrear. Debo aprender a dejar fluir el proceso normal de la vida y a dejar que la energía circule libremente en el interior de mí para que los elementos de la vida tomen el lugar que les pertenece según el plano divino.

EMBARAZO NERVIOSO.

Puedo vivir en mi cuerpo físico los mismos estados que una persona embarazada incluso si no lo estoy; esto se llama entonces embarazo nervioso. Un embarazo nervioso manifiesta una incertidumbre, una inseguridad de cara a mis responsabilidades frente a mis deseos. Puede que desee tener un hijo pero no sé si me siento a la altura, si tengo la sensación de poder asumir y cubrir todas las necesidades del niño. Quizás no... Si el embarazo nervioso se manifiesta en una mujer soltera, también debo considerar si vivo dificultades para con mi sexualidad. Quizás tenga el gusto de tener un hijo, pero no tengo el gusto de tener una relación afectiva con otra persona. También puedo tener miedo de todas las responsabilidades que implica el hecho de tener un cónyuge a pesar de que desee tener uno. Aunque el embarazo nervioso se manifiesta sobre todo en la mujer, puede suceder que este fenómeno se produzca en un hombre. Puedo preguntarme cómo esto puede ser. Debo acordarme que, sea yo hombre o mujer, poseo ambas facetas en mi interior, el lado YIN (mujer) y el lado YANG (hombre). Aunque sea un hombre, puedo desarrollar mi instinto materno y ciertos miedos que le están vinculados y así, desarrollar los síntomas de un embarazo nervioso por empatía o simbiosis energética. Compruebo entonces cuáles son los temores que vive actualmente mi hijo interior. Así podré tranquilizarlo, darle el amor y la atención que necesita para que todo vuelva al orden.

HOGAR EMOCIONALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora