6. Malas acciones

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" Yo quiero ser el único sueño de tus pensamientos, en la noche cuando nadie piense en ti."





Los días pasaban, la rutina era más liviana. Habían dos opciones; o Georgina se estaba acostumbrando o, estaba planeando un nuevo escape.

Nuestra relación se hizo más cercana, notaba que ella ya no me tenia miedo, pero aún se reservaba algunas cosas.

Sin duda alguna, la amo.

Debía decirlo. La amo. La amo aún. Y eso que ya ha pasado mucho tiempo.

En fin, decidí que iríamos juntos a la fiesta de Marina, en su chale. ¿Porque?, iba a ser una prueba de confianza. A ver como se comporta y que opta hacer.

Fuimos a la fiesta, junto a Ross y a Cassandra. Georgina estaba hermosa, Cassandra la ayudo a elegir la ropa, resultó tener buen gusto. Porque escogió un lindo vestido blanco, sutil, suave, iba con ella. Con su pureza y completitud, lo simple y complicada que podía llegar a ser era algo magnifico.

Cuando llegamos, el lugar estaba lleno, en verdad, la gente bebía, comía, hablaba y bailaba con despreocupación. Elegimos una mesa y allí desee pasar el resto de la velada. Pero no, no pude. Porque, Marina se nos acerco para saludar y de paso me pidió para hablar en privado sobre un tema serio. Yo accedí dudoso, le hice un gesto rápido a los hermanos Closs, ellos asintieron a la vez. Yo me alejaba, pero a cada tanto miraba hacia atrás, de un momento a otro vi que Joseph había sacado a bailar a Georgina. Esa fuerza de los celos comía mi corazón, mis riñones y hasta mi hígado. Era una tortura.

- Aleksander, Christina esta aquí, y ni siquiera la invite. Me pregunto si yo te había hecho llegar la invitación.

- ¿Qué?, ¿Qué es lo que quiere?, ¡Maldición!

- Ambos sabemos que esta mal de la cabeza, vino por ti hasta aquí. Debes hacer algo. - Dijo ella, yo no podía verla a los ojos, no tenia tiempo. - ¿Me estas escuchando? - Interrogo al darse cuenta de lo distraído que estaba, aunque yo solo estaba cuidando que Georgina estuviese en su lugar.

- Si, te oigo. ¿Qué puedo hacer yo?, simplemente nada. - Conteste.

- Debes cuidarte. - Voltee la mirada de nuevo hacia nuestra mesa, pero Georgina ya no estaba, Ross y Cassandra estaban muy tranquilos bebiendo. Me desespere, empecé a buscarla con la mirada entre la gente. La hallé, estaba bailando con Joseph, si, justamente con él. Eso solo incremento mi nerviosismo.

- Lo intentare. - Dije dándome vuelta para volver por Georgina y largarnos de ahí. Caminar entre la gente no era fácil. Me desesperaba no poder llegar donde ella. La perdía de vista repetidas veces. Hasta que cuando la encontré, un escalofrío recorrió mi cuerpo. Ella le hablaba a un hombre que estaba bebiendo rodeado de mujeres, le hacia gestos y desesperada repetía las mismas palabras. Una y otra vez. Espere a ver que pasaba a unos metros de distancia de donde estaba ella. El hombre la veía con cierto asco. Maldito. Algunos la veían de reojo. No la entendían de seguro.

- Tienes que ayudarme.

- Dejame en paz. No te conozco.

- Papá, por favor... Llevame a casa, me sec...

- Dije me dejes en paz, estúpida, no entiendo lo que dices. - Espeto Mattew. Acto seguido; la empujó con fuerza, haciendo que ella caiga para atrás. Antes de que toque el suelo yo la ataje y la levante. Ella me vio con una cara de espanto. Me acerque a el viejo decrepito y agarre el cuello de su camisa. Haciendo que este se asuste.

- Oyeme bien pedazo de basura... - Le susurré cerca de la cara. - Vuelves a decirle algo así y no contarás ningún otro cuento. - Dije burlándome. Lo vi con repulsión y un toque de superioridad. Lo solté haciendo que se caiga al piso. Las mujeres corrieron a socorrerlo. Murmuraban y le hacían viento para que se recomponga. Agarre del brazo a Georgina y la saque del lugar.

Subimos al auto y regresamos a mi casa. Durante el trayecto nadie dijo nada. Georgina estaba agitada y asustada. La veía de reojo. Ella tenia miedo.

Cuando llegamos a la casa, le pedí a Ross y a Cassandra que descansaran. Mientras pensaba en que castigo darle a Georgina por ese acto imprudente.

Entré a su habitación, ella se estaba quitando el vestido. Carraspeo mi garganta para que ella me de su atención.

- No debiste haber echo eso. - Le digo. Ella no responde. - Ven, te enseñare algo. - Ella se queda con su ropa de dormir puesta y me sigue. La llevo a mi despacho para abrir sus ojos. Para demostrarle que ella no le importa a nadie, más que a mi.

~•~

Nota de autor:

Aleksander es el titiritero más cachondo que he creado y visto xd

¿Qué le va a hacer para demostrarle a Georgina que le importa un bledo a alguien?

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