[MDZS] I Wonder... (ZhuiYi)

Sé que no debería, pero...

Fue otro día de invierno en particular que Lan JingYi pasaba en la casa de Yuan sintiendo todas las emociones vibrar en su cuerpo, mientras los lánguidos dedos de SiZhui recorrían los propios, como con duda, tanteando el terreno con una devoción casi desconocida y que le daba un nudo en la garganta.

Otra vez esa mirada triste.

-Sé que no debería, pero... -Dijo Lan Yuan, extendiendo un anillo, y calzándolo en su dedo. Un anillo que lucía curioso a sus ojos, sobre todo por lo preciso que le quedaba en el dedo anular.

JingYi se quedó sin aire después de ver la sortija entre sus dedos, como si aquel nudo en la garganta que le impedía tragar de forma adecuada no fuera suficiente reacción biológica.

-¿Qué tipo de broma es esta, A-Yuan? -Indagó con curiosidad-, ya tengo un anillo. Mira. -Señaló, alzando la mano donde la redondela envolvía su dedo.

Como si fuera una prisión de toda la eternidad, aunque evitaba pensar mucho en ello.

-Lo sé. -Le había contestado-, es sólo que este debió estar en tus manos primero que el de MeiYu, ¿sabes? -Añadió despreocupado-, no te preocupes, es tuyo, y puedes hacer lo que quieras con él.

Pero JingYi estaba confundido. Sí, era denso, pero él sabía que ese anillo no era cualquier anillo. Era un anillo promesa.

-Estás loco. -Comentó el muchacho con un poco de pánico. Apenas habían pasado dos meses desde que volvieron a encontrarse, y todavía era una vorágine tener los dedos de Yuan acariciando de forma circular sus brazos con sus yemas. Todavía era un completo terror darse cuenta de que, pese a todas sus señales mixtas, SiZhui sólo lo quería como amigo.

Y es que era muy simple: JingYi, en un momento de valentía absurda, se atrevió a realizar la pregunta, y ante un suspiro no muy comunicativo, lo escuchó:

"Sólo quiero acercarme más a A-Yi sin ninguna otra intención, lo prometo" le había dicho, pero ahora otro anillo frío decoraba sus dedos camino a casa. Podía sentir la tensión y excitación recorrer sus nervios y ponerlos de punta, sentir esa adrenalina naciente ¿MeiYu lo notaría? ¿se quejaría? siempre hablaron de la resignación de un matrimonio sin amor, o algo mucho peor.

Quizás el amor no era tanta revolución, y era esa costumbre rutinaria de hacer el desayuno para dos en una mesa donde no hay ruido alguno.

Si ese era el amor, quizás JingYi no quería estar enamorado...

Sacudió la cabeza en negación cuando llegó a casa. Estaba nervioso, ¿por qué ese anillo lo tenía con ese nivel de nervios? quería llorar, era sólo un regalo, una forma de expresar cariño, pero...

Pero las palabras de SiZhui todavía calcinaban su pecho de una manera inexplicable, cada que se repetía el eco de esas sílabas dentro de él, su pecho se volvía errático.

Otra vez, más preguntas, pocas respuestas. Cuando ingresó a casa, MeiYu estaba durmiendo en el sofá. La chica estaba desabrigada, y JingYi vio la frazada a los pies que solía usar en las tardes de películas en soledad. Seguramente la muchacha también estaba sola en esos días pero ¿qué podía hacer ahí?

Algo dentro suyo le decía que no se resignara pese a todo.

En el exterior del departamento las nubes no escampaban, pero eso no impidió que JingYi saliera en búsqueda de respuestas, una vez más. Y no podía evitar sentir que estaba demasiado cerca de saber algo, y que todo iba a una velocidad que no podía comprender, aun cuando él instauraba un propio ritmo.

¿Cómo negar su magnetismo? ¿cómo negar ese caos, esa vorágine, ese torbellino de sensaciones en su interior? sería un idiota si dejara pasar eso, si ignorase eso, pero sería aún más idiota arruinar todo por unos presentimientos.