Damián

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Es un mundo distinto dónde un niño, fue criado para ser el amar perfecta sin emociones, dónde un niño lleva más sangre en sus manos, más sangre de la que nos podemos imaginar, pero aún así no fue su culpa, el no pidió nacer, no pidió tener esta vida, pero no tenía elección, en la liga es matar o morir.

Su madre es una asesina, solo le interesa el dominio y poder, ella daría todo hasta arrebatarle la vida a su único hijo, con tal de que haga lo que ella quiera, como un títere de juguete, a su madre no le interesa como está, lo abandonó y luego puso precio a su cabeza, lo asesinó y sin piedad.

Su padre no confía en el, no después de tener esa visión sobre el, un Batman que solo trae muerte y dolor a este mundo maldito, un asesino sin piedad ni corazón, una decepción, quizás un error, quizás no podía o no quería creerlo que el era, en el fondo estaba roto.

Su abuelo el, es diferente de su madre y padre, el lo ve como su orgullo, como su sucesor, el lo ve con ojos llenos de orgullo, el confía en su nieto y sabe que hará lo correcto en seguir sus pasos y gobernar a su lado, el lo ve así.

Y Damián lo sabe, sabe a quienes decepciona y a quiénes enorgullece, lo sabe y en el fondo le duele, el rechazo, la decepción, las miradas de desaprobación, le teme a eso pero no lo demuestra, el finge como un actor que nada pasa, todo está bien, todo está bien ¡NO! ¡Nada está bien! No lo ven, el esta roto por dentro y fuera, no son las fracturas, ¡NO! No son las fracturas lo que lo hacen ver roto, ¡son las acciones de los demás de el como lo ven! Nadie lo entiende y no lo harán.

Se niegan a creerlo o solo lo ignoran, el esta roto por dentro y fuera, el lo sabe pero lo ignora, el es un guerrero fuerte, ¡NO! el es un niño roto, un niño que no tuvieron piedad de herirlo, un niño al que le arrebataron su inocencia, que le enseñaron a matar a tan temprana edad, el era inocente y aún lo es, pero no lo demuestra por qué no quiere sufrir el rechazo de los demás, no quiere que lo apuñalen por la espalda cuando se de la vuelta, el no quiere eso, no lo quiere, por eso finge como un actor que todo está bien y nada le importa, nadie lo nota, nadie lo ve, el finge con su fachada de niño rudo que todo está bien nada malo pasa, claro que todo está mal pero nadie lo ve, el calla por qué piensa que lo van a humillar por ser débil.

Debajo de esa máscara o su fachada ruda, el es un niño roto, un niño que quiere llorar, llorar hasta que ya no caigan lágrimas, llorar hasta que esté vacío por dentro, llorar como nunca lo había hecho.

Solo quiere a alguien que lo salve, no Richard, no Alfred, no Jason, no Titus, no los Titanes, nadie solo quiere a su madre y a su padre como todo niño, solo quiere que ellos dos lo salven, pero nunca llegarán, el se quedará solo y en la soledad nadie lo verá sufrir, nadie vera su dolor, su héroe nunca llegará o tal vez si, no lo sabe.

Mi otra vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora