Damon
Manejo hasta el hotel, pero en las oficinas de la cadena de hoteles y cruceros Lehner. Llego a seguridad, me abren al verme, Roger le dio las indicaciones, para mi llegada. Me estaciono en la parte de vicepresidente, la persona que le dieron el puesto no se tiene que molestar si lo dejo ahí. Busco en mi BMW, algunas cosas que necesite arriba, o sea los benditos papeles que me dio en la mañana.
—Los tengo. — Me digo a mi mismo, felicitándome. Ahora en el camino le doy una hojeada y voy a la reunión.
Camino hacia la entrada del edifico, empujo la barra de la puerta y entro. En este momento reviso los informes de la empresa, sé el camino y no creo que alguien se atreva a molestarme. Falta unos cuantos pasos mas y llegare al ascensor empresarial. Hasta que choco con el hombro de alguien.
—Lo siento señor, estaba distraída. — Expresa tambaleándose, la Secretaria de Roger. Yo la miro, con la ceja levantada. — Pero me alegro de que este aquí, El señor Roger esta a punto de tener una reunión y necesita el apoyo de todos. — Dice con una sonrisa amable.
—Ajá. — Respondo, sin mirarla. Eso no me interesa. — Te importa estoy, trabajando. — Le muestros los papeles, ella salta del susto y asiente frenética. En todo el trayecto que quedaba hubo silencio.
Cuando llegamos ella apuro sus pasos, y abrió la puerta de la sala de reuniones. No hacía falta que me presente pero lo hizo. No hable hasta que cerró la puerta detrás de ella. Dejo los archivos en la mesa y miro a Roger severo.
—Tienes que despedirla, Roger. — Expreso serio, pongo mis manos en la mesa, mi vista sigue fija a mi amigo. Esperando alguna repuesta de su parte. — Ella es inútil, me cuesta creer que aun siga siendo tu secretaria. Yo buscaría una eficiente. — Finalizo, me siento en una de las sillas.
—Es mejor así. — Me contesta, él está parado mirando los grandes edificios que nos rodea. — Si fuera útil, metería su nariz en asuntos que ni tú y yo queremos que lo haga. Damon. — Su voz muestra un tono de obviedad, camina hacia mi y toma los papeles de la mañana. — ¿Los leíste?
—Sí. Pero... — Le respondo — ¿Cómo piensas hacer crecer la publicidad, con personas de tal importancia? — Es verdad que este hotel se vio más afectado por relacionarse con el crimen organizado. Sin embargo, si mandamos a la gente más importantes puede esconder esto. Quizás tenga más cliente.
—Con un baile. — Dijo, volviendo a dejar las hojas ya no los necesita. — Podemos juntar a ambos bandos sin que se den cuenta. Así evitamos algunas. Aunque... — Juntas sus manos, planteando su plan y vuelve a ver la vista. Pone sus manos detrás de su cuerpo, — esta es una estrategia de doble filo. Por eso necesitamos convencer a los accionistas. — Termina. Por su cara espera que reaccione a su propuesta. Cada cosa que haga no necesita mi aprobación ¿Por qué esta vez sí? Puede que vio un riesgo con el otro negocio que tenemos para mantenerlo a flote.
— Y la razón que estoy yo es esa. — Expreso, ganándome su atención, — sino no podemos comprobar cómo ganamos esa cantidad sin ser investigados. — Asiente, y se sienta en la cabecera. En unos minutos van a venir los inversionista y tenemos que convencerlos, yo soy la clave para eso. — Tu déjamelo a mí, que yo me hare cargo como tú lo hiciste con la basura que te pedí.
—Ante que llegaras, ya se hizo. — Me dijo revisando su computadora, en cambio ojea otros archivos que tiene. Ya lo tenía todo. — No soy un maldito principiante.
***
Luego de dos horas y no sé cuantos minutos termino la maldita reunión. Manejo hasta el aeropuerto, para buscar a Donna. Calculo que en el momento, en que se fue a la habitación del pánico, luego de que le dije a Roger la noticia de ella. Mando a unos guardaespaldas por ella y sus cosas. Ahora que lo recuerdo le tengo que comprar mas ropa a Adaline y otras cosas de higiene. Mierda. Porque no lo pensé antes la pastilla, no me agradaría tener a un bastardo con ella. Doy un golpe al volante, lleno de enojo.
Llego en la pista de aterrizaje privada, Donna llegaría dentro de unos diez minutos, será mejor que me quede para ver si no es alguna otra trampa. Ya no puedo confiar en alguien que no esté en mi círculo. Busco en la guantera, los cigarrillos que traje de la casa del horror. Tomo uno y salgo del auto antes de encenderlo, no me gusta el olor que deja ahí. Bien vi el avión acercarse a la pista, apago lo que queda y voy hacia allí. Las puertas se abren dejándose ver a una Donna molesta. Está enojada por que la deje ahí, por unos días. Demonios las mujeres sí que son complicada.
—Bienvenida. — Fue lo primero que le dije, quitando la tensión en el ambiente.
—Las maletas están en el avión, Damon. — Me dice en un tono frio, de repente mis manos forman un puño. A veces olvido de donde la saque. Se va al auto en el asiento del copiloto.
Ella no me va a arruinar mi ida a casa. De seguro que Adaline se va a llevar una sorpresa, cuando la vea. Esta vez la casa va a estar organizada, en mi ausencia. Donna va a ser la pieza clave, en estos días. Cuando terminan de poner sus maletas, voy hacia el BMW, y me siento en el asiento del piloto. La miro antes de arrancar el auto. Vuelvo a ver el paisaje que vi cuando llegue con Adaline. Como me gustaría ver cómo le quedo esa ropa que le deje. Quizás tendría que romperle mas seguido la ropa, así me dé excusa de comprarle mas.
— ¿Qué le hiciste? — Me pregunta con los brazos cruzados, le doy una mirada rápida. — Por tu actitud, estas de buen de humor, — ¿Tanto se me nota? — y cuando lo estas siempre hay destrucción ¿Qué le hiciste a la niña, Damon? — Repite de nuevo ella. — ¿Es por qué rompimos tus reglas, Damon? — De eso ya me había olvidado. Adaline, me debe por lo que le voy a hacer ahora.
—Eso no incumbe, vieja metiche. — Le digo, sin verla, — y sobre las reglas, ambas quedan perdonadas. — Esto se lo voy a cobrar a Adaline muy caro.
— ¿Qué le hiciste? — Sus lágrimas salen, temiendo que su imaginación fuera cierto.
—Acaso te lo tengo que escribir. — Le respondo, con unas de mis sonrisa divertidas y paso lo inevitable. Donna inicio a llorar.
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Sin Identidad
ActionÉl no existe para ningún país. Él tiene muchos apodos y nombres falsos. Él es independiente, el hace el trabajo pesado... pero le tenes que dar algo a cambio. Yo fui, su paga después de que una persona mando a matar a mi familia, por un ajuste de cu...