Amores perdidos en el lienzo [Drabbles de Saint Seiya: The Lost Canvas]

Corazón flechado

Pareja: SísifoxSasha
Imagen: Vídeo
Tema: Amor, culpa y pecado
Época: Días antes del inicio de la Guerra Santa
Advertencia: Lemon
Continuación de 《Acertaste en el blanco de mi corazón》

Su mano, grande y cálida, maltratada por los arduos años de rígido entrenamiento, se posó temblorosa sobre la piel de porcelana de aquella espalda menuda, sin imperfección alguna.

---Sísifo...

El nombre salió de sus carnosos labios hinchados por tantos besos en medio de un jadeo apagado, casi inaudible.

---Sasha... No podemos... No debemos...

Su parte racional le gritaba lo indebido de aquel momento en que sus desnudeces se entrelazaban, pero sentir el calor de la intimidad de Sasha sobre la de él ahuyentó de su mente todo rastro de cordura.

《Que los dioses me perdonen》, pensó al unir sus muslos con los de ella, un segundo antes de convertir en mujer por primera vez a la diosa que había sido virgen durante siglos.

Así se sentía él; culpable y embriagado de placer, mientras la embestía rítmicamente. Como un pecador enamorado, condenado a los fuegos del averno que ahora ardían en su entrepierna. Triste y dichoso, mientras le mordía el cuello y volvía a besar sus labios. Tan diferente al modo en el que se sentía ella.

Para Sasha, el dolor de perder su preciada virginidad fue solo una diminuta prueba de resistencia, que ella supo afrontar como la guerrera que era. Quería saber lo que significaba sentirse mujer, una verdadera mujer en los brazos de un hombre; normal y humana, como siempre había deseado ser. Amaba a aquel hombre y deseaba fundirse en cuerpo y alma con él. Por eso, le había propuesto hacerla suya y, aunque él se resistió férreamente debido a sus principios, ella le provocó hasta quebrar su razón. No importaba su condición de diosa en el momento en el que la boca masculina se daba un banquete con sus pechos, los dedos intrusos se hundían en su intimidad sin reparo alguno y las pieles cubiertas de sudor se volvían volcanes en plena erupción; eso era lo que ella más anhelaba: ser mujer, su mujer, no su diosa.

Una mujer que acabó por estallar de placer, arqueando todo su cuerpo y emitiendo un grito verdaderamente liberador.

---Te amo, Sísifo.

El Santo de Sagitario decidió mandar al diablo lo que era correcto o lo que no. Si ella lo amaba como él a ella, no le importaba ser castigado por los dioses. Con un vaivén más, depositó su esencia en las puras entrañas de la chica, su mujer.

---Sasha, también te amo. Sasha...

Gimió su nombre hasta que olvidó su significado. Ninguno de ellos imaginaba lo que el destino les había deparado.

La Guerra Santa se aproximaba. El mundo se cubriría con el olor de la muerte. Se llevaría todo consigo. Nada quedaría; solo la satisfacción de haber actuado de acuerdo con sus sentimientos.

Pedido por Amanda_0412
Con esto, la colección de drabbles queda DEFINITIVAMENTE CERRADA.