Sí ...(BARBARENA)...

El vuelo

Pasé unos días hermosos en New York. No esperaba aquella visita de Bárbara, tampoco imaginé que ella se entregase por completo a mí sin ese temor que antes yo veía en sus ojos. Me sentía feliz, pero extraña, era demasiado bueno para ser verdad. Nunca me había pasado eso de sentir tan intensamente un amor, y eso me daba un poco de coraje, y no quiere decir que antes no hubiese amado, sólo que ésta vez, parecía ser la única...

Aquel paraíso en USA había terminado, así que las tres, Bárbara, Rita y yo, nos sentamos en las sillas del aeropuerto a la espera del avión que nos devolvería a México.

Había mucha gente, un mundo  cosmopolita que me hacía perderme en imaginar historias en ellos, historias de todo tipo, incluyendo de amor. En esa área me veía totalmente identificada, Bárbara me sostenía la mano intermitente y me sonreía con esa luz hipnotizante que siempre me mantenía atrapada.

-Te vez guapísima-Le dije meditativa.
Ella apenas pestañeaba y me dijo;"Tu más"

Estábamos en eso cuando Rita nos interrumpe con su expresión típica de  conventillo.

-Okey, okey, ¡Ustedes no me engañan eh! No me han dicho nada textual aún, pero no crean que no me he dado cuenta que están full enganchadisimas! Parecen dos quinceañeras, oh no! Peor aún! Están igual que la canción de Chayanne "Completamente enamoraaaadooos, como borrachos yo no sé de qué! "... -Dijo Rita jugueteando con sus cantos melosos.

Yo me morí de la risa, uno; porque Rita canta horrible, y dos; porque era muy real, estábamos así de enamoradas, y parecía ser que aquel sueño de los televidentes al ver nuestros papeles de Juliantina, se hacía realidad. Y a pesar de que me hubiese gustado que todo el mundo lo supiese, por otro lado yo deseaba mantener el secreto para protegernos, para no ser conventillo de nadie, sobre todo por el morbo que hay en los medios.

Mientras todo eso pasaba por mi cabeza, Bárbara se sonreía toda colorada, luego se raspó la voz con una tos previa a sus declaraciones.

-Rita, estás en lo cierto-Dijo con su voz ronca y encantadora...

Eso bastó para que Rita nos abrazara toda feliz e hiciera un gesto de apruebo con sus manos.

-Okey, okey, pero no te emociones eh! Esto es una relación privada, los amigos cercanos podrán enterarse, pero ni te vayas a lanzar en comentar nada  a la prensa y menos por la web.. Wey, mucho menos subir las fotos de la fiesta en la que salimos las tres.-Le dije a Rita con voz amenazante.

Ella se sonrió. Luego me dió la mano en símbolo de promesa.

-Tranquila Maca, se que querrás cuidar ésto, ésta relación tan linda. No manches... Si se ven realmente hermosas juntas.-Agregó

Luego de una espera un poco larga, las tres nos embarcamos en el avión, yo corrí a escoger el asiento de la ventana, aunque en lo legal, ese asiento le correspondía a Rita, pero yo siempre le ganaba el puesto, todos mis amigos sabían que soy adicta a la ventana, donde quiera que vaya.

-Bueno mis amores. Yo por mi parte, dormiré un poco, estoy exhausta...-Dijo Bárbara acomodándose la almohada de cuello.

Yo me acerqué y le di un beso en la mejilla. "Que descanses"-Le dije al oído.

Me encantaba su aroma, más allá de si se ponía su perfume encantador o no. Ella tenía un aroma especial en su piel, uno suave y dulce. Cuando yo la besaba, mis sentidos se atraían como hormigas a la miel.

En ese momento apagué mi teléfono y con ello todas las notificaciones, mensajes, alarmas y etc...

El avión estaba lleno, unos dormían, pero la mayoría veía películas en el monitor que estaba instalado en la parte de atrás  del asiento delantero.