Nada En Particular

Carta de polvo

Me undo en letras que ahogan sentimientos,
en eso que quiero decirte pero sé ya es tarde,
(y no me atrevo).
Fotos, textos, y recuerdos,
melancolía y dolor de cabeza.
No lloro por tí, ya no..
Pero siento tu ausencia,
ese vacío que no puedo llenar
por mucho café que beba,
esas sensaciones que no logró expresar,
esas para las que sigo buscando palabras,
pero que nadie provoca nuevamente como para plasmarlas.
¿Piensas en mí algún momento de tu semana?
Yo ya no lo hago habitualmente... pero si cada tanto.
No puedo restarte mérito, al menos no quitar la estampilla que te destaca.
La lluvia me trae recuerdos de esas tardes,
De charlas y cotilleos,
De cosquillas y tres frazadas.
Tu calidez, esa que emanaban tus mejillas  cuando tocaban mi pecho,
La suavidad de tu cabello entre mis dedos,
Y tus brazos pequeños rodeandome,
Algún que otro plan, y soñarte por el departamento con mi remera,
Fue dulce.
Tus voz cantarina, y tu risa teatral,
Tus clavículas dulces, y ojos brillantes,
Tus besos aterciopelados,
Tu forma dulce e infantil de seducirme,
Alguna vez fuiste fuego ardiente sobre mi,
Hoy puedes ser mero polvo sobre mi piel,
Pero aún así, dejaste una marca intachable.
Si estás... si me llegas a leer... algún día
Aún eres musa de algún que otro texto,
Aún provocas sonrisas con tu recuerdo,
Como también melancolía, y miedo,
Pero te conservo como una rosa,
Con tus espinas, pero pétalos rojos gritando pasión.
Primer amor, algún día las brazas arderán..