Lo titulo parte 3 aunque no lo sea para poder diferenciarlo de lo anterior. Reescribo ligeramente el último capítulo que publiqué para poder introducirme de nuevo en la historia y continuo la misma, han pasado demasiados años, comencé a escribir en 2012 con 15 años... estamos en 2020. Realmente tras releer mi historia considero que en cuanto a escritura está muy lejos de lo que recordaba por lo que me costará mantener ese estilo más de "niña" (quizás) que seguía, espero aún así que disfrutéis de la lectura.***
Despierto de nuevo, me noto más recuperada. Esta vez no me mareo ni noto mi cuerpo extraño. Parece que la pesadez se ha ido, tan sólo noto los músculos un poco cargados, como si hubiesen estado tensos durante un tiempo prolongado. Respiro lentamente, disfrutando de la sensación del aire que entra llenando mis pulmones. Noto como mi tórax asciende y desciende lentamente, dejando atrás una sensación relajante que me hace sentirme bien, sana y lo más importante, viva.
Veo como la fría habitación se despliega ante mis ojos mientras intento aclarar mis ideas. La habitación está tan vacía, solitaria, me recuerda al final de algo. Tal vez lo sea, el final de esta pesadilla.
No puedo evitar sentir una profunda sensación de pérdida, aunque por alguna casualidad del destino todo hubiese terminado. Por desgracia, no creo en las casualidades ni en el destino. Mi mente trabaja deprisa, no soy capaz de esquivar el caos que se reúne en mi cabeza, las imágenes de la Arena pasan por mis ojos desgarrándome por dentro. Intento liberarme de esas visiones apretando los ojos hasta que siento un pequeño mareo producido por la intensidad y mi esfuerzo por escapar de la realidad que me atormenta.
Debería pensar que soy afortunada, por estar viva, por haber escapado de aquel siniestro lugar pero, no me siento así. Es exactamente esa sensación de incertidumbre la que me atormenta. Qué creer, qué pensar y por tanto, como actuar. El camino fácil es confiar en que todo va a salir bien, dejarme llevar por los pocos pensamientos positivos que ahora mismo viven en mi más profundo interior. Por alguna razón que se me escapa, soy incapaz de hacerlo. Mi cabeza se ha vuelto fría y lógica, lo que hace que busque razonamientos para todo lo que ocurre, que calcule cada movimiento y cada decisión, intentando protegerme de un daño que acabará resultando inminente. Si hasta ahora habían pasado todas aquellas cosas, quién podía asegurar que está vez fuese diferente.
No creo que vaya a salir bien, nos han rescatado, pero eso es tan solo uno de los muchos movimientos que has de hacer si quieres ganar la partida de ajedrez. Y este hecho que se escapa de mi entendimiento, me desconcierta, el querer pensar una cosa pero acabar irracionalmente dirigiéndome hacia la contraria. Sin saber por qué, plasmo la realidad como algo oscuro llegando a una conclusión que es lo único que me parece claro, nada puede salir bien si el responsable de esto sigue con vida. Y no puedo evitar preguntarme si ese desgraciado sigue con vida.
No me siento precisamente afortunada, y que consiguiesen rescatarnos sin problemas no me inspira demasiada confianza. Un gobierno alternativo que lleva años planeando un acto como este no ha podido dejar que escapemos sin represarías. Quizás solo está siendo negativa, pero no soy capaz de ver este mundo de otra manera. Una red de hechos profundamente meditados y entrelazados, historias de esperanza, y por otro lado, de venganza. Sentimientos como el dolor o la ira, que mueven un plan sin futuro pero con muchas pérdidas. Una oportunidad tan meditada debía tener previsto que pudiesen sacarnos de la Arena, lo que les llevaría hacia otro plan, como si todo esto ya estuviese calculado. Es posible que nunca lo hayamos visto, pero siempre han estado ahí, enterrados en la superficie, escondidos entre nosotros, ¿de quién debemos fiarnos? ¿Qué tengo que hacer?.
Ante tantas preguntas sin respuesta, suspiro, agradeciendo la calma que existe en la habitación. Comienza a parecerme más acogedora que fría. Es totalmente lo contrario a lo que puedo encontrar en mí. Sin caos, tan solo calma. Se puede escuchar casi el silencio. Intento centrarme en él, disfruto de la sensación de bienestar que me produce un poco de tranquilidad. Me concentro en mis respiraciones, profundas, hasta ser capaz de notar las palpitaciones producidas por el latido de mi corazón. Tan rítmico y sincronizado que produce una agradable sensación sugiriendo que nadie ni nada puede variar este momento, por fin estoy tranquila.
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Los juegos del hambre continuan
FanfictionUn día las televisiones de todos los Distritos se encienden, y una negra noticia se cierne sobre Panem: el Capitolio ha resurgido después de 20 años, y en venganza se ha llevado a los hijos de los Vencedores para recrear de nuevo los inconclusos Jue...