Finnick no ha vuelto, Amy abre lentamente los ojos y se incorpora. Mira alrededor y se ve en su expresión de tristeza que la persona que esperaba encontrar no ha regresado. Es normal, no puedes pedirle a alguien vuelva tu lado si acabas de decirle que no le amas, que no te importa. Ella aún así, le sigue dando vueltas, sin poder evitarlo.Se levanta y coge un trozo de pavo de las provisiones, se lo come en seguida ya que la prisa que tiene es mayor que su hambre. Bebe casi un botellín completo y se da el lujo de comerse un puñado de las bayas que quedan. Necesita fuerzas para este enfrentamiento. Necesita fuerzas para luchar, para sobrevivir, para volver con el medicamente. En definitiva, necesita fuerzas para salvar a su hermano. Come lo poco que le queda en su mano tranquilamente, cuando se siente totalmente renovada se levanta y va a por su arco.
De repente ve la sombra de una figura que aparece en la cueva. Asustada dirige de inmediato la mirada hacia su hermano, preocupada de que les hayan encontrado. No duda ni un segundo en coger el arco aún con más fuerza y colocarse en posición. Disparará en cuanto sea lo que sea que se está acercando, atraviese por la entrada de la cueva. La sombra avanza lentamente, las gotas de sudor producidos por el nerviosismo caen lentamente, controla el temblor de su cuerpo, pero su respiración lenta y entrecortada hace que la cuerda del arco vibre levemente en su labio. El sonido de las ramas hace que el miedo se apodere un poco de ella. Suenan unas pisadas fuertes, deciddidas. Es capaz de ver una fila de luz, producida por los rayos de sol que atraviesan los arbustos. No distingue la esbelta figura que está entrando por la iluminosidad que entra. Retrocede lentamente y oye un ruido detrás de ella, mira rápidamente y ve que el botellín que estaba vacío ha caído rodando al suelo. Calmada, se gira y levanta la vista de nuevo, con el arco en sus manos. Un débil grito se le escapa cuando ve que la figura ha avanzado y se encuentra justo en frente de ella. Mira bien a la persona que se encuentra de pie, es Finnick. Lo primero que siente es alivio. Deja caer el arco de su mano, donde se ven unas marcas rojas por la fuerza con la que lo sostenía. Su rostro se ilumina, y la felicidad lo persigue. Quiere correr hacia él, abrazarlo, pero sabe que no puede, asique vuelve a bajar la mirada y recoge del suelo su arco, dejando escapar un débil 'has vuelto'
-Crees que tienes que cuidar de todos. Pero no tienes que hacerlo –el silencio es lo único que se oye en ese momento. Espera unos segundos sin recibir respuesta, aunque no la esperaba. Sabía que ella no iba a cambiar de opinión- Te prometí que cuidaría de vosotros, si no me dejas ir en tu lugar me quedaré cuidando de Gale hasta que vuelvas.
Ella levanta la vista, ignorando la frase de Finnick, pero no su presencia. Se cuelga el arco y sus flechas en la espalda y camina hacia Gale, le da un beso en la frente. Y se queda un rato observando el rostro malherido de su hermano. Acaricia su piel y su cara, dejando caer una sola lagrima por la lastima y el dolor que le produce. Después hace exactamente lo mismo con Finnick, un suave beso en la frente y deja escapar una frase que más parece más una súplica y una disculpa que una despedida <<Confía en mi>>. No dice ni una palabra más, no hace absolutamente nada.
Observa la cueva en la que ha vivido los últimos días de su vida. Incluso el infierno podría ser mejor que su situación actual. Piensa en cómo lo ha sobrellevado todo, se siente orgullosa de su fuerza, mas la decepción tras lo de su hermano la supera con grandeza. Mira una vez más a las dos personas que se encuentran entre esas paredes frías y desaparece, dejando atrás la cueva, dejando atrás a su hermano, dirigiéndose a un baño de sangre asegurado. Lleva consigo lo que más necesita, la esperanza de que su hermano vuelva a casa sano y salvo, esa es la mayor fuerza que podría tener.
Al principio Finnick no sabe cómo reaccionar. Ve como Amy se aleja, escucha los arbustos colocándose tras ella, y sus pasos alejándose de la cueva, de él. Piensa en si aún está a tiempo de evitar toda esta locura, pero las cosas quedaron muy claras la noche anterior. Mira alrededor y acaba sentándose al lado de Gale a esperar. Solo puede hacer eso, esperar a que acabe, esperar los cañonazos, esperar que la persona que más quiere vuelva a entrar con una medicina en la mano, esperar no perderla.
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Los juegos del hambre continuan
FanficUn día las televisiones de todos los Distritos se encienden, y una negra noticia se cierne sobre Panem: el Capitolio ha resurgido después de 20 años, y en venganza se ha llevado a los hijos de los Vencedores para recrear de nuevo los inconclusos Jue...