Nuestro trato

Capítulo 11

Camus despertó sintiéndose aturdido, el tono de una canción de Rock lo había despertado

-Es mi teléfono-aclaro Milo incorporándose para apagar la alarma-Lo siento bombón pero debo irme ¿Quieres quedarte otro rato o te llevo a algún lado?-

-Tienes tiempo si no pido un taxi no hay problema-

-Tengo un seminario a las 9 si te levantas ahora creo que si me da tiempo de llevarte a casa-

-Está bien-Camus acepto ducharse aprisa pero solo porque quería volver a subirse a la motocicleta de Milo, aunque el ligero dolor que tenía en la cadera le decía que se abstuviera decidió pasarlo por alto

-SI no te molesta entrare primero, si entramos juntos voy a querer cogerte otra vez

-De acuerdo espero a que salgas-

Llegaron frente al departamento de Camus

-Fue un verdadero placer encanto-se despidió Milo dándole un beso en los nudillos como cuando se presentó con el-Espero el contrato corregido para firmar y estamos en contacto para el almuerzo del sábado-A Milo le urgía firmar, la había pasado demasiado bien como para pensar en dejarlo ir

-De acuerdo, nos escribimos-

-Cuenta con ello-Milo le dio un tierno beso en la cien y volvió a subir a la moto alejándose

Camus suspiro sin poder contener una sonrisa, bostezo estirándose disfrutando de ese dolor sordo que queda después de una ronda de increíble sexo como el que había tenido, entro a su departamento dispuesto a rescribir el contrato con las nuevas especificaciones, apresurarse con tal de volver a sentir a aquel hombre clavándosele entre las piernas

-Dios esta delicioso-dijo Milo relamiéndose el sabor de aquel café cargado que había comprado, estaba de excelente humor y se dio unos minutos para reflexionar por que el sexo lo ponía tan de buenas, era una suerte haber encontrado a alguien tan bueno y que fuese tan claro respecto a sus intenciones, se había sacado la lotería sin duda alguna, fue hasta la oficina de Aldebarán para ultimar los detalles de su conferencia

-Llegas temprano-dijo el más alto a modo de saludo

-Te traje café-

-Gracias-

- ¿Ya estás listo?-

-Sí, y te deseo suerte porque mi platica durara 45 min estarán saturados para cuando tu turno llegue-

-Lo manejare-

Aldebarán sonrió por la respuesta tan segura de su colega, Milo no trabajaba de tiempo completo en la universidad y le había asignado su oficina como lugar de trabajo cuando tuviera alguna presentación, pero Aldebarán no lo lamentaba conocía a Milo desde hace algunos años y que este fuera conocido de Mu hacia que su relación fuera más cercana que una simple relación laboral

-¿Cómo esta Mu? Tiene rato que no lo veo-

-Bien-

-Iras al almuerzo de la próxima semana-

-¿Cuál almuerzo?-

-¿Mu no te lo dijo? Afro está organizando algo así como una parrillada, será el próximo sábado-

-No lo ha mencionado-Aldebarán suspiro abatido

-¿Las cosas están bien entre ustedes?-se atrevió a preguntar el griego al ver el gesto decaído de su colega

-Para ser honesto no lo sé-

-¿Por qué lo dices?-

-Bueno... de un tiempo para acá es como si no tuviéramos nada de qué hablar, nuestras conversaciones se limitan a preguntarnos como estuvo nuestra jornada, es como si no supiéramos como interactuar-