No. 4

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Los dos amigos se quedaron en la enfermería durante todo el día escolar, la noción del tiempo se le fue hasta que escucharon el anuncio de la tarde, la azabache se fue por su mochila y le dijo al castaño que mejor se adelantara a su casa, que lo vería mañana, el acepto y se fue directo a la puerta encontrándose con su gemelo.

El camino fue igual que en la mañana, Tsukasa se pegaba al brazo del mayor mientras caminaban, llegaron a su casa dejando sus mochilas, Amane estaba impaciente por alejarse lo más posible de su hermano, pero el mencionado lo impidió tomándolo de la muñeca.

-Amane- Dijo divertido -¿Qué hiciste hoy?- Pregunto como si nada

-N-Nada, fue un día aburrido, el profesor se la pasó hablando toda la clase- Mintió

-Es mentira- Declaro y apretó el agarre -¡Te vi con esa maldita perra, que todavía se atreve a llamarte Amane, solo yo puedo llamarte así, es que eres tonto o que!- Grito y tiraba de su hermano para que no huyera

-N-No es lo que piensas- Intentaba zafarse del la mano de su hermano -Por favor Tsukasa, me estas lastimando- Suplico para que lo soltara

-¡Estoy furioso Amane!- Lo examino de arriba a abajo -Creo que tengo que castigarte- Sonrió maliciosamente.

Jalo a su hermano sin importarle las suplicas de este, subió las escaleras abriendo la puerta que daba a la habitación del menor, tumbo al contrario en la cama y cerro con seguro el cuarto para que nadie los escuchara.

Giro a ver a su gemelo, este estaba temblando de miedo sobre la cama.

-No temas Amane- Se acercó a un cajón que estaba a un lado de el -Me encanta esa expresión- Saco una cuerdas, mientras se acercaba a paso lento -Pero, no me gustan las mentiras- Ato sus manos en la cabecera de la cama

-Por favor Tsukasa- Suplico por milésima vez -Te prometo no volver a mentir, pero suéltame- Intento zafarse de las ataduras 

-Eh, ya se- Se subió sobre las piernas del mayor -Te dejare ir, si respondes esta pregunta- Lo miro -¿Vas a dejar a esa perra de ojos raros?- Pregunto, pero por primera vez vio las vendas que tenia -Mmmm, te cubrió lo moretones- Se las arranco de sus brazos -Son las marcas que te hacen mio- 

-Por favor, déjame ir- Empezó a sollozar 

-No has respondido mi pregunta, ¿La dejaras o no?- Amane simplemente volteo la cara -Ya veo, esa es tu respuesta- Empezó a desabotonar la camisa escolar del mayor

-No,No,No- El castaño intento detenerlo

-Lame- Puso tres dedos enfrente de la boca de su gemelo, pero este no lo hizo -Lame- Rectifico pero no lo obedeció, tomo la boca de su hermano abriéndola e introdujo sus dedos -Lame- Dijo por tercera vez, por fin lo hizo -Qué obediente Amane- Sonrió y retiro los dedos de su boca -Este va a ser tu castigo- Empezó a quitarle el pantalón -Tendrás que aguantar, no puedes gemir ni correrte- Introdujo sus dedos en Amane y este lanzo un gemido de dolor -Si lo haces, te golpeare- Amenazó y empezó su torturar

Paso alrededor de media hora desde que empezó su castigo del mayor, en total recibió 6 golpes en la mejilla izquierda dejando una marca rojiza que se acercaba al tono morado, a su hermano le divertía ver como sufría, aquí la pregunta es <<¿Qué no le encantaba de el?>> pero mejor guardaría un poco para después.

Lo desato volviéndolo a vestir, le encantaba divertirse con Amane, pero sabia que si la "Perra de ojos raros" osea Amaya seguía cerca de el, podría enamorarse y dejarlo para siempre, el mero hecho de pensarlo le puso la piel de gallina.

Debía deshacerse de ella como fuera, no quería que se acercara a su gemelo, por otro lado dejo que el mayor se fuera "Liberándolo" (por ahora) de el.

El castaño no tuvo que pensarlo dos veces, saliendo como pudo de la habitación de su hermano, llegó a la suya, se encerró y comenzó a llorar, sin importar cuanto tratara, sus lagrimas no dejaban de salir, se había vuelto a romper.

<Al día siguiente>

Los dos hermano iban llegando a la escuela, se separaron para ir a sus respectivos salones, la azabache vio la mejilla dañada de su amigo, que ahora tenia un color morado oscuro, se acercó al castaño

-¿Esto será una costumbre?- Dijo con un tono de voz irritado -Siempre vas a llegar con nuevos golpes- Lo miro mal -Por favor, dime quien te esta haciendo esto- Suplico, pero el contrario desvió la mirada

Cuando la femenina estaba a punto de hacer lo mismo que el día anterior, entro el profesor para empezar a pasar lista, pero después de terminar tocaron la puerta

-Pase- Anuncio el maestro y la silueta del gemelo del castaño estaba atrás de esta, con una sonrisa angelical.

-Buenos días, profesor- Saludo el chico, con la atenta mirada de todo el salón, pero en especial de aquel que era una replica exacta de él. -Perdón por interrumpir, pero mi profesora necesita hablar con Yashiro Amaya- Cuando dijo el nombre todos voltearon a ver la mencionada, esta por otro lado giro la cabeza para ver a su amigo, noto que este hacia una seña con su mano de que no fuera.

-Adelante, Yashiro puedes ir con él- Volteo a ver a la ojimagenta

-S-Si- Se levanto de su asiento y acompaño al hermano de su compañero

Estaban caminando por los pasillo en silencio, un silencio que fácil se podía cortar con un cuchillo, y no fue hasta que la azabache decidió romperlo

-¿Para que me quiere tu profesora?- No sabia que había hecho, pues ella no era problemática en lo absoluto.

-Oh, en realidad ella no me llamo a buscarte- Seguía dándole la espalda, la contaría se extraño mucho

-Entonces... ¿Para que me hablaste?- Se había puesto nerviosa 

-Yo soy el que quiere hablar contigo- La acorralo en una pared, espantando a la de menor estatura por ese movimiento tan brusco

_C_O_N_T_I_N_U_A_R_A_

The Game of the Darkness Donde viven las historias. Descúbrelo ahora