No. 5

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-¿E-Eh?- La azabache estaba desconcertada, y no era para menos estando a esa poca distancia del hermano gemelo de su mejor amigo. En un impulso algo tonto, puso las manos en su pecho a modo de barrera.

-¿Sabes cuanto me costo hacerle creer a las personas cosas de Amane?- Eso no se lo espero, creía ver en su mirada algo macabro y violento.- ¿Sabes cuando me costo hacer que Amane se aleje de las personas?, ¿Sabes de lo que soy capaz de hacer por Amane?- El Yugi menor no le daba escapatoria a la niña -Más vale que te alejes de el.-

Podía sonar amenazante, es mas, era una amenaza con todo y sus letras.

Mas no podía hacer lo que le pedía; ahora entendía el miedo que expresaba el castaño cuando la jornada escolar terminaba y separaban sus caminos cada uno hacia su casa, ahora entendía...-

-Tu.- la voz se le entrecorto, sacando que la persona frente a ella alzara una ceja. -Tu, eres el que golpea a Amane.-

Abrió los ojos como platos, separándose un poco de la joven, y no paso mucho para que el chico comenzara a carcajearse.

Se carcajeaba sin razón aparente.

-Yo no diría golpearlo.-  Contesto después de un rato, limpiando un rastro de lagrima de su ojo izquierdo; Amaya pudo comprobar en ese momento como ambos gemelos eran muy diferentes uno de otro. -Simplemente, le doy un castigo ejemplar por romper las reglas.

Y para la chica, Yugi Tsukasa se había convertido en la persona mas ruin y despreciable del planeta tierra; pero no le dio tiempo si quiera de decírselo en la cara. El chico la tomo bruscamente de la muñeca, quedando esta a la altura de su cara.

Podía asegurar que pronto obtendría un moretón en ese mismo lugar donde apretaba.

-Se que eres lista Yashiro Amaya, lo veo en tus ojos, lo determinada y viva que eres.- Un jalón mas fuerte la hizo acercarse más a él, hasta que sus pechos casi chocaban y su mirada volvía a intimidarla. -Y se que tomaras la decisión correcta.-

La soltó tan bruscamente que la hizo tambalear en su lugar, pero no quería quedarse de brazos cruzados, era su amigo de quien estaban hablando... Y ella no podía no decir nada.

-Hasta crees- Por fin atacó la femenina, quedando en medio del pasillo y apretando sus manos en puños.- No pienso alejarme de Amane solo por que una persona como tu lo dice.

El aludido se detuvo a un metro de distancia, y miro por el rabillo de su hombro a la chica que osaba retarlo. Estaba sorprendido no podía negarlo, pero eso no evito una sonrisa macabra en su rostro con los ojos cerrados.

-¿Eh? Creo que no me estas entendiendo- se giro completamente con las manos en su bolsillo.- Si no te alejas de el, me veré obligado a usar la fuerza.

-Hazlo- Dijo en un tono fuerte -Hazlo, no me importa- lagrimas comenzaron a caer en sus ojos, eran diminutas y poco apreciables ante el ojo humano.- Que te quede algo claro, no voy a dejar a Amane por ti.

Comenzó su camino hacia su salón otra vez, dispuesta a pasar a un lado de él, se detuvo tomando su hombro y tapando sus ojos con su flequillo.

-No vemos luego- Volvió a sonreír y se alejo de él.

|♪|

La platica con el gemelo de su amigo se había prolongado de más, pues cuando estaba apunto de abrir su salón sonó el timbre que anunciaba el descanso y con el, todos los alumnos salieron en estampida tan solo para preguntarle a la azabache que había hecho.

Ignoro a cada uno de sus compañeros y entro al salón por su almuerzo encontrándose con el castaño esperándola con un semblante preocupado, cuando la vio entrar se acercó a ella tomándola de los hombros.

-¿Qué pasó?- Dijo por como se encontraba su amiga.

-Nada, nada, vamos a comer, tengo mucha hambre- Tomo su almuerzo y su acompañante vio la muñeca afectada de la ojimagenta.

-¿Qué te pasó?- La tomo suave de esa parte. -¿Mi hermano lo hizo?- Trago saliva por la respuesta.

-No quieras cambiar los papeles- Alejo su mano, escondiéndola atrás de su espalda. -Vamos a comer.- Seguía con su clásica sonrisa.

-Si.- El flequillo del castaño cubrió sus ojos sintiéndose culpable por lo que le podría haber pasado.

_C_O_N_T_I_N_U_A_R_A_

The Game of the Darkness Donde viven las historias. Descúbrelo ahora