CAPÍTULO 6

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Me despierto viendo a Yerim durmiendo a mi lado. Restriego mis ojos mientras me encargo de despertarla.

- Cinco minutos mas, unnie- dice somnolienta y río.

- No, tienes que ir a la escuela- ella restriega sus ojos hasta levantarse conmigo.

Papá no estaba ahora, tenía que hacer papeles y esas cosas. Por lo tanto yo me tenía que hacer cargo de Yerim.

Desayunamos y empiezo a preparar a Yerim.

- Ten, unnie- dice yendo hasta uno de sus cajones del dormitorio y sacando de ahí otros tubos de plástico.

- Tengo un presentimiento de que esta vez tu amiga vendrá- exclama dandomelos.

- Ya tengo muchos guardados, Yerim- digo sonriendo por la ternura de ella.

- Estas de seguro te darán suerte- sigue hablando y agarra mi mano para entregarmelos.

- Eso espero- digo en un susurro.

Nos dirigimos a la escuela de Yerim y me despido de ella con un beso en mi mejilla. Cuando veo que entra a su escuela me voy hacia la mía.

Revisaba a cada rato mi teléfono, no recibía ni una llamada de Jiwoo y no apareció cuando de desayunabamos. Estaba tan concentrada en eso que no me di cuenta que llegué a la escuela en un párpado.
Miro a mi alrededor en busca de alguna señal de Jiwoo y no. Entonces solo me dirijo al salón para buscarla.

Me quedo estática al ver a Jung sentada en su pupitre. Me acerco rápidamente a ella y me quedo a su lado. Ella se da cuenta de mi presencia y me mira fijamente. Me llamó la atención sus ojos, tenia ojeras y estaban un poco colorados, como si no hubiera dormido y llorado en ese entonces.

- Hola- digo un poco tímida y dando una sonrisa nerviosa, raro. Con su mano restriega sus ojos cansada y parpadea un poco antes de asentir una sola vez con su cabeza. Creo que me dijo "hola" en silencio.

- La profesora Miyoung dijo que estabas resfriada, ¿te sientes mejor?- pregunto. Ella vuelve a mirarme y esta vez se queda viéndome fijamente, y pude sentir como mi cuerpo tembló completamente.

Ella vuelve a mirar a la mesa mientras vuelve asentir con su cabeza.

El timbre resonó y miro a todos entrar al salón. Al ver que ya estaban casi todos veo como el chico llamado Minho se me acerca y se queda parado frente a mi y no sabia que hacer.

- Hola, Jungeun- es lo único que de dice. Veo como le entrega una mirada amenazadora a Jung mientras ella con sus ojos dirige la mirada hacia mi.

Al ver su mirada pude ver que se sentía dolida por algo y me rete a mi misma pensando que hice algo que la molestó.

Veo como Minho se cruza de brazos y empieza a irse a su pupitre con una sonrisa divertida en sus ojos. Al volver mi vista a Jung me asusto un poco al ver como estaba apretando sus puños, hasta los veía ya mas pálidos de lo que eran.

Tomo el valor de agarrar su mano y veo como ella me mira asustada y con sus ojos abiertos de par en par, pero no soltó mi mano. Nos quedamos un rato viéndonos sin soltar nuestras manos, y la verdad que muy dentro de mi no quería soltarla, su mano estaba tibia y era muy suave.

Ella pestañea varias veces y se aleja de mi. Un sentimiento de desilusión recorrió mi cuerpo y me sentí mal por alguna razón.

- ¿Amigos?- Me quedo estática al escuchar su voz. Ahora si se escuchaba fuerte y claro, era muy bonita.

Veo como otra vez Jung hace una señas, señalaba a Minho y a mi. Yo por instinto empiezo a negar rotundamente a su pregunta.

- No somos amigos- le confirmo y veo como asiente volviendo a restregar sus ojos.

«JEONG: LA CHICA DEL TAPA BOCAS» ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora