CAPÍTULO 3

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Pasó sorpresivamente dos semana desde que empecé la escuela, y las dudas que tenia con la chica llamada Jung me dejaban confundida.

La verdad es que es demasiado normal que cuando algo no me cuadra se me dé por investigar a fondo, pero esto es otro caso. Yo no la conozco a ella y ni ella me conoce a mi. Trato de dar algún tema de conversación y hablarle pero ella se queda viendo a un punto exacto de la mesa y en la hora del almuerzo la veo sentada en uno de los árboles de cerezo haciendo esas mismas expresiones y una de esas veces vi como empezaba a golpear a la nada de manera extraña.

Algo que mas me extrañó fue que en algunos de esos días ella no aparecía después del receso, y los días en los que si estaba se quedaba con la profesora Miyoung, aunque solo Miyoung conversaba entre las dos.

La única conclusión que saqué es que es una chica que parece tímida y que tal vez no es buena socializando. Así que voy hacer su amiga y la ayudaré a socializar mas.

•••

Ya era viernes y ya quería ver si mi intento de amigarme con Jung estaría bien. Tuve el repentino interés de saber cual era su nombre, pero por lo que pude ver, nadie tenia idea y me pareció demasiado extraño ese dato. Hasta se me dio por revisar en la lista de alumnos de la profesora Miyoung el nombre de esta, pero ya sería cruzar una línea.

Ya estábamos entrando junto a las chicas en el salón. La verdad es que si son muy graciosas y amigables, ya son mis amigas y son geniales.

Me siento en mi respectivo lugar y espero ansiosa la llegada de la, ya gran famosa en mi mente, Jung.

Veo a todos entrar y me percato que ella fue una de las últimas. Al sentarse a mi lado me preocupo por lo agitada que estaba. De repente pienso en algo y saco de mi bolso una botella de agua que había comprado antes de llegar a la escuela y se lo ofrezco. Ella me mira y por la forma de sus ojos cafés pide ver que estaba algo extrañada.

- Es solo agua, parece que corriste todo un maratón- exclamo riendo y puedo llegar a notar la ligera mueca echa por ella pero sin saber de que específicamente.

Ella se queda mirando la botella sin saber que hacer. Yo la miro extrañada y veo que no quería quitarse su tapa bocas.

- ¿No te lo quieres quitar?- pregunto y veo como niega.

- No te preocupes, tengo la solución- exclamo animada, vuelvo a ver mi bolso y empiezo a buscar hasta que llegué a encontrar el pequeño tubo de plástico. Se lo doy y ella se encarga de introducirlo en la botella y pasar por debajo de su tapa bocas el tubo y empezando a beber de el. Fue tierno de alguna manera ver eso.

- Buen provecho- trato de sonar graciosa, aunque de seguro no lo fui.

Al sacar mi vista de ella, veo a todos los demás susurrando cosas mientras me veían con Jung. Hasta Jiwoo al verme me sonríe de manera juguetona y yo solo le hago una mueca de burla hasta llegando a sacar mi lengua como niña de manera retadora ocasionando un sonora carcajada de esta.

El timbre del almuerzo ya había tocado, así que preparé para salir, pero no sin antes percatarme de que Jung ya había salido con su comida hasta el patio.

Veo a las chicas ya sentadas en una de las bancas y no tardo en ir a saludarlas y empezar a conversar.

- Nunca vi a alguien conversar con Jung, tienes mis respetos Jungeun - empieza Hyejoo de manera graciosa y haciendo reír a las demás.

- Solo trato de ser amable con ella- es lo único que digo.

- Ni yo hablo con ella- exclama Jiwoo y yo río.

- Ella no es de muchas palabras- aclaro. Osea, la única cosa que pude escuchar que ella dijo fue "los alejaste" del primer día de clases y eso que fue solo un susurro y no pude contemplar mas detalladamente su voz.

Después de un rato, les digo a las chicas que iré al baño, pero solo es una pequeña excusa para buscar a Jung. Llevo mi almuerzo disimuladamente y empiezo a alejarme poco a poco de las chicas.

A Jung los otros días la vi junto a los arboles de cerezo, así que de seguro debería estar por ahí. Busco cuidadosamente en cada uno de los únicos tres árboles de cerezo que se encontraba en terreno de la escuela y la encontré en el tercer y mas solitario árbol.

Me acerqué suavemente hasta ella y me quedo al lado suyo aunque creo que todavía no nota mi presencia.

- Hola- inicio yo y veo como se exalta.

- P... Perdón - me disculpo al ver que la tomé por sorpresa. Ella me ve y vuelve a negar sin decir una sola palabra.

- ¿Puedo sentarme a tu lado? Tal vez no sea mucha diferencia, osea, nos sentamos juntas- digo obvia y riéndo por lo estúpida que de seguro estoy sonando.

Ella no dice nada, pero creo que fue una aceptación a mi pregunta, así que no tardo en sentarme a su lado pero acomodandome para que tenga un poco de distancia, tal vez no le gustaba mucho el contacto.

Yo empiezo a dar algunos mordiscos a mi almuerzo y veo que el almuerzo de Jung seguía intacto.

- ¿Por que no comes?- me atrevo a preguntar. Ella me mira como reprochándome por haberla sacado de sus pensamientos.

- No hace falta que contestes- digo riendo y ella parece que hace una mueca. De mi almuerzo saco un jugo de fresa y busco un tubo de plástico. Agradecía tener como mil de estos gracias a Yerim.

- Ten- digo ofreciéndole ese jugo y ella me mira extrañada.

- Veo que no tienes un tubo de plástico y tampoco agua, ten el mío, tengo muchos y yo ya comí- explico y ella acerca su mano hacia mi y agarra el envase de este mientras lleva el tubo bajo su tapa bocas y veo como empieza a beber de el como en el salón. Al terminar de beber escucho su suspiro y veo como sus ojos se fueron achicando de a poco, estaba sonriendo, con sus ojos.

Lastimosamente la hora del almuerzo había terminado. Yo miro a Jung y ella se encarga de levantarse, ella da unos pasos pero se detiene y da la vuelta al ver que yo no caminaba. Ella da unas señales con sus manos para que viniera con ella y sonrío muy grande al ver hacer eso. Sin esperar me acerco, manteniendo la misma distancia vamos hasta el salón.

La verdad es que Jung mantenía la cabeza gacha todo el camino y muchas personas nos miraban, mas bien a mi, por caminar junto a la que ya entendía que fichaban como rara. Aunque en mi opinión eso es estúpido. Y al entrar a nuestro salón los murmullos se hicieron oír al vernos a las dos llegar juntas.

El transcurso del día fue así, Jung estaba inmersa en sus pensamientos y yo trataba de dar una conversación con ella.

La hora de salida ya llegó y ya estábamos todos saliendo. Puedo llegar a reconocer a Yerim junto a papá esperarme en el estacionamiento delantero. Yerim al verme viene corriendo hasta mis brazos no tardo en rodearla con mis brazos también.

- ¿Sabes? Agradezco que me hayas dado esos tubos de plástico, ¿tienes mas?- pregunto curiosa y Yerim asiente sonriendo.

- Tengo muchos, hasta los ordené por color- exclama feliz y empiezo a conversar de otra cosa con Yerim mientras íbamos donde papá nos estaba esperando. Veo una vez mas la entrada de la escuela y llego a ver como Jung estaba saliendo de ahí con la cabeza gacha.

Bueno, es muy tímida. Es mi única conclusión...

«JEONG: LA CHICA DEL TAPA BOCAS» ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora