Capítulo I: El inicio de una historia.

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Mi nombre es Lorelei Iris, unos nombres que no me gustan, ni me agradan. Tengo 17 años, y vivo en Actuva, una ciudad muy cerca de Termina, vivo con mi madre; mi padre murió cuando apenas tenía 7 años y mi hermano mayor se fue a la universidad de Termina.
-Iris, el desayuno.- me gritó mi madre desde el piso de abajo, no respondí y baje.
Vi a mi mamá en la cocina, luego en la sala noté la presencia de tres maletas.
-¿Qué es esto?- pregunté dudosa.

-Son maletas.- dijo mi madre algo obvia para luego reírse. -No es cierto, son cosas para ir a ver cómo está termina y todo, ya saliste del bachillerato, iremos a ver universidades ahí.- agregó feliz.

-¿Cuándo nos vamos?- pregunté con una sonrisa.

-Después de desayunar, así que apúrate.- dijo.

Desayuné algo nerviosa, tenía miedo de todo lo que podía pasar, era Termina, la ciudad más vieja de todo el mundo, pero la tecnología que se había presentado en todo el mundo era bastante futurista. Habilidades increíbles se presentan en ese lugar, ¿Qué era yo en comparación de aquellas personas?
Mi mamá y yo nos arreglamos, y nos fuimos en el coche. Solo era una hora de camino, así que no fue mucho.

-Mamá, ¿Tú te acuerdas de cómo era papá?- pregunté viendo a la ventana.

Soltó una pequeña risa y respondió.

-Claro que sí, éramos novios desde el bachillerato, tus abuelos y tus abuelas eran de Termina, por ende, tú padre y yo tenemos poderes de aquellos genes. Ambos íbamos en la universidad de “héroes” de Termina, pasaron los años y nos casamos después del bachillerato. De ahí unos años después estuve embarazada de tu hermano, el cual al cumplir los 7 años, desarrollo su poder, el hielo. Así que siempre deseó estar en la universidad de Termina, pero por culpa de una amenaza que tu padre tenía, tuvimos que irnos de aquella ciudad, hasta Actuva, donde los poderes son bloqueados y las personas viven normalmente, para que no tuviéramos problemas con esa amenaza esa fue vida que tu padre quiso para nosotros.- dijo mientras manejaba.
Ahora tenía más miedo. Si no pude experimentar mis poderes a la edad que era, ¿Qué me espera al llegar al lugar dónde serán activados de golpe?
No lo sabía, había muchas dudas en mi cabeza, no entendía muchas cosas.
Estuvimos un tiempo en silencio, hasta que escuche como mi mamá estacionaba el coche.

-Llegamos.- dijo mi mamá mientras salía del carro e iba a la entrada de Termina.

Mi mamá fue rodeada por un tipo de electricidad, creo que eso significaba una cosa, ya había recuperado sus poderes. Los probó un poco y me di cuenta que manipulaba un poco de su energía vital, creo que eso es interesante.
Ahora sólo faltaba yo.
Dudaba en salir, o no salir, no sabía qué hacer, tenía miedo, mi mente empezó a tener un conflicto mental en ese momento.
Hasta que recordé las palabras de mi padre, un día antes de su muerte: “Recuerda que para ser grande, tienes que enfrentar tus miedos.”
Salí.
Caminé a la entrada de Termina, mis piernas temblaban.
Al entrar, sentí una corriente eléctrica en todo mi cuerpo.
Me sentí tan cansada, me empecé a quedar sin fuerzas, y me desmayé.
Lo último que escuché fue a mi mamá gritándome.
Un rato después, seguí escuchando mi nombre, así que decidí abrir los ojos. Al hacer eso, jamás pensé que él estaría ahí.

-Isaac…- dije mientras vi a mi hermano enfrenté de mi.
Mi situación era la siguiente, yo en una cama de hospital, con un sentimiento raro.

-Creo que está no era la situación en la que pensé que te encontraría.- dijo con seriedad. -¿Y qué tal tus poderes?- dijo mientras me veía.

-¿Poderes?- pregunté. Memoricé todo lo que había pasado, y no he experimentado nada. -No, la verdad es que no lo sé, acabo de despertar y esto es algo confuso.- dije con tristeza.

-Tranquila, papá lo dijo una vez, “la paciencia es virtud de sabios”.- me dijo mientras me despeinaba. -Podrás salir hasta en dos horas, así que ponte cómoda, los análisis de Termina son algo largos.- dijo.

En eso mi hermano se retiró sin decirme nada más, sabía que tenía que esperar, pero era fastidioso el silencio de toda la habitación.
Llegó el doctor después de una hora, avisándome que ya podía salir, mi mamá y mi hermano sabía que estaban en casa, así que me dediqué a ver algunas partes de la ciudad.
Estaba caminando, y veía a muchas personas con diferentes extremidades, o poderes.
Se me quedaban viendo extraño, no sabía por qué, hasta que una chica me habló.

-Disculpa, ¿Cómo te llamas?- me preguntó aquella chica, cual apariencia era bastante diferente, tenía la piel azul y los ojos morados, no sabía cual era su poder.

-Mi nombre es Iris Terv.- dije algo dudosa. -Y tú eres…?-

-¡Ay perdón!.- dijo. -¿Dónde están tus modales, Cleik?- pensó en voz alta.
Solté una pequeña risa.

-Mi nombre es Cleik Asua, hija del general Asua.- dijo con una sonrisa. -Veo que eres nueva.- agregó.

-Si, algo así, mi hermano vive aquí. Estudia en la Universidad de Termina, su nombre es Isaac Terv.- dijo.

-¿¡QUÉ!?, ¡ERES HERMANA DEL MEJOR ESTUDIANTE DE TERMINA!- gritó con emoción.

Todo el mundo se nos quedó viendo, y empezaron los susurros, me sentía un poco incómoda, pero no le tomé importancia.

-¿En serio es el mejor?- le pregunté con lágrimas en los ojos.
Sabía que aquellas lágrimas eran de felicidad por mi hermano, ya que se volvió lo que el deseo. Pero algo en mi corazón me decía que tenía que ser mejor que el, ¿Cómo era posible que la hermana del estudiante número uno sea una chica sin poder alguno o que no sabe utilizar ese poder?. Sabía que tarde o temprano aquella especialidad se haría presente.

-Si, es el mejor. Ayuda a las personas y aparte es muy guapo.- dijo con una sonrisa enorme.
Me empecé a reír por lo último que dijo.

-¿Guapo?, ¿Mi hermano?, No me hagas reír.- dije.
Ambas nos empezamos a reír, pero algo rompió esa risa.
Una explosión se vio a lo lejos, y algo en mi hizo reaccionó para que fuera corriendo para allá.

El Renacer de los HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora